Otra vez lugares comunes con las películas anteriores: Rocío se llama Rocío. Otra vez es huérfana de madre, no se que manía tendrían los guionistas con este punto, quizás querían despertar más ternura en los espectadores. Y por último nos encontramos ante otro cuento, esta vez Mitad Caperucita Roja y mitad Blancanieves.

Pero hay novedades. Rocío empieza siendo una autentica delincuente juvenil con una visión muy despreocupada del mundo, lo que le aleja definitivamente del papel de niña buena y cantarina.

Donde destaca claramente la película es en la parte musical. Los villancicos que canta son las mejores canciones de sus inicios. Al final publicaría dos discos específicos de villancicos en los que intervendría Paco de Lucía.

Según confesaría Rocío más tarde, Paco de Lucía la enseñó a cantar bulerias y entendemos que mucho tuvo que ver en la buena interpretación de Lucía en estos villancicos.

El baile que se marca en "Camino de Belen" es sorprendentemente bueno para una chica nacida en Madrid. Y más aún en el personaje de Rocío en la película, una niña pija que bebe té con nube.