POR MARIO ROSALDO Ahora que nos dedicamos a la investigación y a la crítica de Arquitectura nos preguntamos cómo fue posible que, al inicio de nuestros estudios profesionales, la simple mención de una obra de literatura atrajera más nuestra atención que la recomendación a leer una lista de libros de arquitectura. La novela sigue siendo importante para nosotros[1], la lista ni siquiera la