Ayer, después de leer el excelente escrito del +Frater Alfredo De Oviedo Rodríguez de la Caballería, enseguida la pregunta del ¿por qué Estamos aquí, en esta lucha sin cercano fin, en la Orden del Temple? Y nos referimos no solo a nosotros, los +Hermanos de Fratertempli Orden del Temple, sino a todas las Obediencias serias, sinceras y verdaderamente templarias.

Tenemos en contra una lamentable bula papal que lleva siglos prohibiéndonos ser lo que somos, una lamentable bula que se ha convertido en la cotidiana y formal política vaticana al respecto de la Orden del Temple,  en un intento de más de setecientos años de esconder y justificar la cobardía de una Iglesia a la que le es más cómodo mantenerse en su hipócrita y cobarde postura que actuar valientemente y levantar los pesados ropajes de la infamia y la simonía con que han tapado la injusta y sumisamente cobarde decisión del nefasto Clemente V ante la monarquía capeta de Felipe IV.

Tenemos también en contra la existencia de todas esas falsas "órdenes del temple", dedicadas al engaño, a la farsa y en muchos casos, a la estafa, en las que figurantes repletos de medallas, de títulos nobiliarios inexistentes y falsos, copan las direcciones de esos grupos piratas haciendo de su palabra ley a cumplir a rajatabla por los incautos que han caído en sus mafiosas redes, formando una extraña legión de falsos grandes maestrillos seguidos por sus cohortes de palmeros.

Estos últimos casi hacen más daño a la Orden del Temple que la hipócrita postura oficial de la Iglesia Católica, pues dan pie a que muchos critiquen y vean al Temple según ven a estos impresentables personajes.

Ahora bien, no podemos irnos, no podemos abandonar a la Orden, traicionando lo que somos, lo que sentimos, por varias razones y todas ellas de peso, pero fundamentalmente, porque no podemos traicionar a los miles de Templarios que en estos más de 700 años de persecución y negación se mantuvieron firmes defendiendo los Baussantes y viviendo de acuerdo a nuestro Non Nobis, Domine.

No podemos traicionar tampoco a los que están por venir, convencidos de ser Templarios y de vivir de acuerdo a nuestras creencias, aunque quizás todavía desconozcan que son Templarios. No solo en la iglesia católica hay fieles que viven de acuerdo a nuestra filosofía de vida y a nuestra forma de vivir. En todas las religiones, en todos los lugares, seguro que hay alguien siguiendo el Non Nobis, insisto que incluso sin saberlo.

Es decir, estamos aquí, entre otras cosas, por los que fueron, por los que son, por los que serán.

Y de una cosa si estamos seguros, de entre el humo de las hogueras con las que torturaron y asesinaron a nuestros +Hermanos, los Mártires Templarios, y de entre toda esa niebla que desde la iglesia, la monarquía y los piratillas han esparcido, surgirá un día la figura invicta de la Orden del Temple, unida, bajo UN SOLO Gran Maestre y todo por lo que estamos pasando será solo historia, y la Orden una gran realidad.

Será así, si Dios lo quiere.

NND, FTAT.