Es increíble, casi cada día llegan noticias nuevas de piratillas vestidos con pesados ropajes de obispos, arzobispos, mandritas, archimandritas e incluso almendritas, de supuestas iglesias ortodoxas que ven en ese potaje revuelto de iglesias en el exilio, renovadas, reconfortadas e incluso despiadadas, que tan pronto se relacionan con supuestos príncipes y casas reales, más falsos que una moneda de tres euros y medio, de reinados del Bósforo, del Mar Negro, de un poblado ovejero en los Urales o incluso descendientes ilegítimos bastardos de la familia real rusa, los extintos zares, como que mezclan todo eso con el Temple, poniendo a sus inventos nombres rimbombantes que den cobertura a esas guardias de filibusteros y piratas de poca monta que se dedican a engañar a todo el que pillan en su inocencia y credibilidad.

Tan pronto te venden un título nobiliario, como te venden el hacerte sacerdote de vete a saber que recóndita iglesia o te ofrecen por un suculento precio ser comendador, embajador o incluso prior, (ya si quieres el Gran, de gran Prior, pagas más).

Lo de venderte lo de Maestre o Gran Maestre, es más difícil,  porque eso lo reservan para ellos, de manera que no es raro encontrar alguna firma acompañada de varios sellos con la ante firma de "el arzobispo de tal, príncipe de cual y gran maestre de la escuadra pirata del mar negro..."

Lo último que me ha llegado es sobre el impresentable ese que juega poniendo y anteponiendo a su nombre inventado de Serafín otros epítetos que supongo creerá que le da veracidad a sus falsas historietas.

Este tipo, que por supuesto se auto nombra arzobispillo, ha sido expulsado de varias iglesias de esas por las que él suele andar, también ha sido expulsado de Obediencias templarias que terminaron dándose cuenta de los desfalcos y estafas de este pollo vestido de obispo  y ahora, aparece de nuevo como gran maestre y gran maestre espiritual.

¡¡¡Dios mío!!!! gran maestrillo espiritual el pirata este.

Que Dios pille confesado a quien caiga en sus redes. Le van a limpiar los bolsillos, las cuentas bancarias y todo lo que pillen.

Claro que mucha culpa es de las propias Obediencias, que por mucho que se las avise de este ejército de piratas, terminan creyendo sus extraordinarios cuentos hasta que les estafan.

+Hermanos, tengan cuidado, esos perros cimarrones andan sueltos y en jauría, muerden.

NND, FTAT