un instante de dulzura
donde la calma embriaga
y trae girando la oscuridad;
breve danza,
frágil misterio hablar abriendo la noche
hasta ver en color
el milagro luminoso del tiempo
que habita festivo el vacío
y me cubre de pétalos de fuego,
cuando es preciso tocar
la piel oscura del absurdo
soy la imagen invisible de lo inevitable.