Jan Willem van Welzenis - 2014
Tu recuerdo rebozado con harina, después huevo batido, pan rallado y freír en fuego fuerte. Me como los recuerdos, nos devoro, los que éramos, aquellos, tú y yo, no vencidos, no ausentes, brillantes, apasionados, otros, aquellos. Ahora nos congelamos en nuestros frigoríficos, entre la mantequilla y la leche pasteurizada, entre un tomate y los albérchigos, tiritando, esperando que alguien abra la puerta y nos libere. Qué fría la soledad, coño, qué fría.