Parker esperaba el 22 con grosellas, bacalao y esperanza, ilusión, preocupada vigilia desde el anuncio, días contados con ábacos de jade y dedos mojados en mermelada y jengibre, una música de Beatles armónicos, los recuerdos en una caja negra que un día tuvo luces de navidad y luciérnagas. Ahora ha pasado y el horizonte está tapiado de nubes amarillas.
El invierno se abraza a sí mismo con árboles desnudos y playas vacías, con el recuerdo que se seca sin rocío en acuarelas de buhardilla, en sábanas que describen profundidades, majestuosos caballos de nubes o imaginación para suplir suspiros descarnados.
Las sonrisas se hielan, Parker se espolvoreo belladona en el bigote y esto es así, hoy, sábado.
Las sonrisas se hielan, Parker se espolvoreo belladona en el bigote y esto es así, hoy, sábado.
¿Sabes?