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Palo Pandolfo: Viajero naciendo

La otra resiste un archivo: Antojo Palo 


Fotografías: Diego Trerotola

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En estos meses de encierro en pandemia me acostumbré a subir todas las madrugadas una historia en Instagram y Facebook amoldándome a los límites del formato: una sucesión de imágenes de no más de 15 segundos, con un filtro preformateado y música a piacere, que los cortes caigan justos y se arme algo lindo. Trato de despuntar mi vicio de editor y musicalizador. Busco planos de películas que amo. También las canciones, pero trato de hacer asociaciones distantes. Este jueguito me lleva media hora antes de dormir. Después de 24 horas -es lo que duran en IG- miro quiénes que entraron a ver, amigos directos y algunos músicos y cineastas. Durante los últimos meses y hasta el martes pasado Palo Pandolfo entraba a ver la historia que yo subía cada noche. Así que tenía esta conexión con uno de mis artistas admirados: armar una pequeña tontería con todo esmero para que alguien como él venga a verla. Yo tengo algunos amigos y algunos artistas admirados, pero además tuve la suerte de hacerme un poco amigo de algunos artistas que admiro. Palo es uno de los más grandes. Tengo que elegir bien las imágenes y canciones, si no los visitantes se cansan al segundo cuadro y dejan. La madrugada del 15 de junio hice el de Elephant con la música de "Viajero naciendo" de Pescado 2 y entonces se produjo el contacto

(Respeto tal cual la grafía con que apareció):

- Lo Todo
- gracias, Palo!
- QUE PELI ES ?
- Elephant, de Gus Van Sant. Ojo, la música la puse yo, no está en la peli
- SI YA SE ! JAJAJAJ
- qué hacés Palo, tanto tiempo
- TERMINE EL PROGRMA ( Q RETOME HOY DESPUES DE 2 MESES ) Y ME PREPARO LA CENA
- donde sale el programa?
- ME MUDE A CAPITAL HACE 2 A. AHORA EN LA PLANTAALTA DE LA ESCUELA DE MUSICA DE MI PROFE DE CANTO. CABALLITO - PQUE CENTENARIO
- ahí vi en tu muro el programa de radio, la proxima lo escucho!

No escuché su programa de los martes. "Lo Todo" es idioma Palo. Puedo suponer qué le habrá gustado la combinación de lirismo y violencia reconocible en su rock, la tremenda canción de Pescado 2 hoy olvidada: Palo es heredero artístico de Pescado Rabioso. No supe si vio Elephant, no lo voy a saber. Pero hasta el martes 20 siguió entrando a ver las historias, la última vez una canción de Magnetic Fields. 

El jueves cuando abro el wassap me empieza a caer una cascada de mensajes, una manera horrible de despertar. El primero que abro es de Maxi: "Lo de Palo ya es demasiado, no?". No entendí, no se me pasó por la cabeza. "Qué pasó? No estoy al tanto". Después empecé a abrir los otros. No me resultaba verosímil. Lo siento vivo, como si me lo hubiera cruzado recién. En estos meses me acostumbré a levantarme con ¿viste quién murió? Una costumbre horrible, pero con Palo no caía.

Palo es uno de los artistas más importantes del rock argentino, el que logra que el rock sintonice con esta época, el que sostiene el espíritu con su cuerpo. Durante los días que siguieron del jueves a hoy en los medios fue hilvanándose un relato establecido del músico de culto que apareció en medio de los 80 y trajo oscuridad a la primavera alfonsinista. Y empieza a citarse  tardíamente su disco maldito, Patria o muerte, un título lamborghiniano -concha de su madre, necesitaría a Horacio González ahora- que en su momento quedó fuera de catálogo y ya muchos señalan como el disco clave de esa década. (Palo nos dijo que Patria o muerte lo hizo contra su padre). Y después se hace una lista apurada: Los Visitantes, la carrera solista, la Hermandad, un par de canciones recién aparecidas y pará de contar. Hay algo que se está escapando. Cuando un artista como él muere hay que revisar su obra, hay que escucharlo desde una perspectiva algo penosa: ya solo cabe esperar discos póstumos, eso con suerte. Tenemos una obra cerrada. Los que tuvimos la suerte de verlo en vivo sabemos que no solo hubo discos: cada noche que tocó se produjo un rito que nos elevó hasta el éxtasis. Los que además lo conocimos de cerca vimos que en la vida cotidiana iba atravesado por ese entusiasmo. Las notas que le hicimos no nos costó nada que se convirtieran en una perfomance artística, Palo es eso.

Su poética está hecha de historia y mito: el rock, la sensibilidad beatle, un Spinetta con mugre, pero también desde los 90 los ritmos ancestrales, la visión cósmica, una mirada sobre la historia argentina, una interrogación que apareció ni bien se puso a hablar la última vez que vino a nuestro programa de radio, en febrero de 2015:

  

- ¿Qué es la canción "Antojo"? ¿Una tarantela?

- Puede ser una tarantela, una fusión. Uno de los nudos de Argentina es la fusión no aceptada, no asumida. No terminamos de fusionarnos en paz. No sé quién se puede sentir europeo pero yo soy fanático de la música inglesa. Una de mis contradicciones más grandes es el amor que tengo por la música inglesa y lo intragable que me resulta la política exterior inglesa hace como 300 años. Es como una especie de fisura en mí. (...) Estoy leyendo Tragedia e infortunio de la epopeya del desierto o El Ultimo Combate del Capitanejo Nehuén, libro de Liborio Justo, publicado con el pseudónimo de Lobodón Garrá, en el que narra con documentos de primera mano los procesos del genocidio contra los pueblos originarios. El abuelo de Liborio era un milico que tenía un rancho en Carmen de Patagones y su libro da claridad sobre el origen de las armas para el exterminio, trajeron la mecánica, los ferrocarriles, armaron al ejército y generaron el genocidio de la Pampa.

A toda velocidad, Palo nos disparaba sus ideas y lecturas sobre los ingleses diseñando una Argentina que responde a sus intereses. Y el Cacique Calfucurá en resistencia, "el verdadero patriota argentino que resistió los fusiles ingleses a lo largo de 30 años". No se trata de un desvío: se puede encontrar estos rastros en sus canciones. Desde hace 35 años que viene siendo bastante más que el flaquito que vino a poner oscuridad en el pop alfonsinista. 

Selva de la Luna,
se hace presente en invierno,
en la pampa viene el sueño marchando,
el desfile de la estela de los muertos.

El inglés es la ley,
duerme ya el burgués.

Una vez, cuna de cielos abiertos,
hoy, huella de muerte, sin sentido
y sin honor del asesino.

Canto de la pampa envenenada,
de la pampa mancillada,
del dolor y la pasión austera y europea.

Esa especie tan colgada de
los huevos de la corona británica.

Y el campo cuidador de las estrellas,
ahogado por la furia de su voz,
mirando para atrás,
veo caminos negros sobre el mar.

El inglés es la ley,
duerme ya el burgués.

Su política es radiante y abierta, sin los remilgos con que a veces tratan de desviarse artistas más calculadores. Palo integra cada vez con mayor precisión y potencia su amalgama de mito e historia y de ahí sale la luz y la energía rockera de sus canciones, también su potencial melódico. Hay en su obra de las dos últimas décadas una tradición rockera renovada y también un vínculo muy fuerte con la cultura argentina, con la topografía de la Pampa, con sus héroes legendarios y reales, con la lucha geopolítica, absolutamente pensado y concreto, sin los atajos que a veces encuentro cuando trato de entresacar sin mucha suerte alguna posición de los cineastas o músicos con que hablo. La mugre de su sonido es también su elemento para pararse en la tierra. En Palo el mito no es un plan de evasión. En el programa de 2015 nos cuenta su larga relación con las Abuelas y su premonición con la aparición de Guido Ignacio Guido Montoya Carlotto. Nos recitó la letra de su Himno a las Abuelas. 

Un año después de nuestro último reportaje, fue de nuevo a La Tribu, a La Mar en Coche, el programa que hacía Diego Skliar:

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- Palo, ¿cómo estás haciendo para trascender la angustia imperante?- pregunta Skliar el 7 de julio de 2016. 

- No, no sé cómo hago. El trabajo siempre es lo que... pero justamente el trabajo es lo que está puesto en duda ahora, como que hay un kilombo con el área laboral, la apertura de las importaciones, el laburo argentino está puesto en tela de juicio ahora. Y yo venía pensando justamente por la calle, si de algo estoy acostumbrado yo, que hace tanto estamos en la música y también en la política, porque nosotros somos la cría del proceso, la generación que vuelve a hacer política después de la dictadura militar, de los desaparecidos, de la tortura, de la masacre, incluso de la extrema izquierda, es un tema delicado pero se puede hablar, yo tengo una visión crítica de la media burguesía extremista, que no son otra cosa que burgueses enloquecidos. (...) ¿Viste eso que dice la gente,  que se vayan todos , que ahora quieren volver a poner en Dilma, lo que hicieron en Brasil? ¿Por qué? Para desestabilizar las democracias sudamericanas, avanzadas, porque son las democracias populares, de defensa de los intereses, desde el discurso  y en acciones concretas.

- Pero esa angustia, ¿la lográs trascender o te pasa un poco al cuerpo?

- Te decía que de alguna manera vivo en situación de crisis. Mi generación vive... Mi viejo que laburó como 30 años en la fábrica como obrero en el 81 quiebra con la política de Martínez de Hoz. O sea, yo vivo en situación de crisis desde que empecé a tocar música. Empecé en el 77 a componer, en el 78 hice la banda. Siempre viví como: la dictadura, la música, después la democracia, la música, después el liberalismo, la música, después el reviente, la música, después el "que se vayan todos", el disco solista, la crisis, el apocalipsis total de la economía argentina, luego el kirchnerismo, la música, ahora el ajuste conservador, la música (ríe)... De alguna manera, como yo generé un oficio, soy un hombre de oficio, yo laburo. Laburé en el 2002, tenía un crédito hipotecario, un hijo recién nacido y un disco independiente. Yo hice el marketing directamente, hice el convenio de difusión con Quique Prosen, de la Rock and Pop, directamente. Emi quebraba y yo difundía en Rock and Pop. Estoy siempre con un pie afuera del sistema, creo que es un instinto de conservación en el fondo. Igual el problema es que nunca gano plata yo, siempre vivo demasiado al día.

El jueves dije que ya no quiero escribir más despedidas, pero en estos días mi cabeza no para de girar alrededor del signo que Palo se constituye para nosotros. Hay algo personal en esto. Esta vez las balas picaron cerca. No es que tenga miedo a la cercanía de la muerte, eso más o menos está sabido. Creo que todavía nos falta entender el cruce entre la finitud y la historia, el tiempo que nos toca. De veras necesitaría hablar ahora con Horacio.

Pocas horas después alguien empezó a improvisar un altar en el lugar donde Palo cayó. Carla paso ayer a la tarde y me mandó el video:

 


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