Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Mini relatos lésbicos: «Sin título»

Sin título 

Hoy estoy aquí, en la dehesa, con la vista fija en el punto donde la ciudad con el horizonte se besa. Nunca te lo he dicho, pero me regocijo al leer todo lo que tu bolígrafo expresa, tu poesía me pone el Alma tiesa. No de espanto, sino de una excitación traviesa que me mantiene ilesa, a pesar de que me ignoren tus latidos color fresa…

Pequeña, de tu prosa soy presa. De tus ojos, ansío ser el azul turquesa. De tu pelo, el candor que el Sol profesa. De tu tierna entonación, que me pilló por sorpresa, soy la más fiel feligresa. Tu esencia me hace sentir más francesa. De tus besos sé que acabaría como una obsesa. De tu dulzura codicio ser la tigresa. De tus fantasías, seré la pared, la lavadora o la mesa, da igual mientras sea un lugar que te transforme en una lasciva diablesa. De tu dolor, la lágrima que menos pesa. De tu inspiración, aspiro a ser la Musa que, a día de hoy, más te interesa. Mi Amor por ti ha dejado su huella bien impresa.

Si temes dejarte acariciar por mi abrazo, sopesa: no seas de ti misma la esclava y regresa; te pertenece el camino que tu paso atraviesa.

Nunca te lo he dicho, princesa, pero estas palabras te las dedico así, como una firme promesa, porque riman con tu nombre, Tessa. Por eso, esta condenada a los amores imposibles te lo confiesa.

Gris III

Hoy soy más Gris que nunca.

Gris perla oculta y encontrada. Gris ceniza de cigarro requemada. Gris herida remendada. Gris más duro que el plomo, indestructible ante las putadas. Gris olvido de lágrimas lloradas. Gris neblinoso de penas folladas. Recuerdo grisáceo de emociones encontradas. El gris resultante al mezclar los tonos de un piano de madrugada. Gris hollín de melancolías incendiadas. Gris sin fin por revivir toda esperanza pisada. Gris asfalto, gris calzada o gris del camino que nunca acaba. Gris diferente al que me trata a patadas. Gris de navegar sin rumbo, desorientada. Gris grafito de Escritura ilimitada.

Puede que en mi cabeza se empiece a descubrir un gris canoso pero no me siento triste: soy un gris precioso.

Dame tú la respuesta

¿Por qué estoy tan triste, si ya se me ha presentado la solución?

¿Por qué me vuelve a invadir el mismo miedo de Adicción a la ficción si se supone que he aprendido la lección?

¿Por qué me hundo en lágrimas eternas sin que tú te des ni cuenta y me dejo ahogar entre el terror?

¿Por qué tengo la pavorosa sensación de que esperarte es un error?

¿Por qué me asusta que deje pasar demasiado tiempo antes de confesarte que te anhelo en mi interior?

¿Por qué temo que no hayas olvidado a tu narrador?

¿Por qué me paraliza el creer que se me pueda adelantar alguien antes de revelarte mis sentimientos con valor?

No tengo respuestas para ninguna de estas preguntas de razonamiento torpón. Solo sé que, si no quiero volver a alquilar una habitación en el edificio de la indecisión, debo abrazar tu mirada de color dulzón, sujetarte las manos con todo mi Amor y entregarte a besos mi Corazón. Así podrás decidir si lo deseas junto al tuyo o prefieres apartarlo con un estruendoso empellón.

El post Mini relatos lésbicos: «Sin título» fue publicado originalmente en Lesbicanarias. por Sara Levesque



This post first appeared on Lesbicanarias: Noticias Lesbicas Para Llevar., please read the originial post: here

Share the post

Mini relatos lésbicos: «Sin título»

×

Subscribe to Lesbicanarias: Noticias Lesbicas Para Llevar.

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×