Todo comenzó cuando Robert Queen apretó el gatillo delante de su Hijo como parte de un sacrificio final. Si algo nos reveló Tierra-2 en “The Flash” es que la leyenda de Green Arrow estaba condenada a ese momento tras el naufragio que servía de prólogo. Si Oliver Queen no hubiera sobrevivido, su padre habría tomado la senda de la redención y la justicia para honorarlo. Por el contrario, fue Robert aquel que decidió ofrendar su propia vida para garantizar el futuro de su hijo, como si el acto formara parte de una ceremonia y ritual con la mismísima muerte. Y ahí el hijo, Oliver, trató de llevar a cabo la última voluntad de su padre aunque purgar Star(ling) City le transformó y le condujo hacia una senda más luminosa. Esa lista negra acabó siendo el inició de otra causa mayor. El justiciero terminó siendo un héroe protector. “Arrow” ha tratado siempre sobre el bien y el mal y la posibilidad de cambiar y moldear la voluntad dictada respecto a los progenitores. El germen dramático de la serie siempre ha sido la familia y “Sins of the Father”, decimotercer episodio de la cuarta temporada del show de The CW, utiliza todo ese discurso para resolver los conflictos paternales existentes en todo el reparto. Previamente, Laurel y Quentin resolvieron sus diferencias e incluso pudiéramos decir que Thea halló un equilibrio para lidiar con un padre como Malcolm Merlyn. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar éste por salvar la vida de su hija? Nyssa al Ghul tiene en su posesión el Loto, un elixir capaz de salvar la vida de Thea y concluir con su sed de sangre. Pero todo tiene un precio… Repasemos “Sins of the Father”.
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