Lugares que quitan el aliento y expanden el alma.
Hay pocas sensaciones como la de asomarse desde un Acantilado a la inmensidad del mar. Una experiencia que a muchos sobrecoge por lo avasallador de la naturaleza en estado puro, frente a la cual somos tan insignificantes… Aunque, si dejamos a un lado la filosofía, también son lugares muy atractivos dado que nos permiten internarnos por la naturaleza y recibir como premio estupendas vistas a las que sacar fotos con las que reventar el botón de like. A continuación te mostramos los acantilados más altos de Europa, lugares en los que, sin duda, podrás extasiarte o convertirte en un campeón del Instagram. ¡Incluso ambas cosas!
Hornelen y Enniberg (Noruega): 860 y 754 metros
No es de extrañar que Noruega abra la lista, dado que es uno de los parajes europeos donde la naturaleza se muestra de manera más pura y salvaje, como ya te mostrábamos en este artículo sobre los paisajes más bonitos de Escandinavia. Se ubica en la isla de Bremangerlandet y para llegar a su cima es preciso un esfuerzo físico extra. Sin embargo, la recompensa es brutal: unas impresionantes vistas. Sin irnos del país, en la isla de Viboy, podemos encaramarnos al segundo acantilado más alto de Europa: Enniberg. Un mirador al mar que también nos brindará una localización inmejorable para la observación de aves. Aunque si lo que quieres es un lugar igual de inspirador aunque menos mareante, siempre puedes acercarte al acantilado de Preikestolen, de 640 metros.
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Croaghaun (Irlanda): 688 metros
Irlanda es también un país en el que la naturaleza tiene una presencia acaparadora. En el oeste, en la isla de Achill, encontrarás el acantilado de Croaghaun, una mole de 688 metros que se abalanza sobre el Atlántico. Hay pocas cosas más sobrecogedoras que alturas de infarto sobre uno de los mares más bravos del mundo. Así que, si lo tuyo son las emociones fuertes, no dudes en visitarlo. ¡Sobre todo por la caminata que vas a tener que realizar! Sin embargo, verás que vale la pena. Por cierto, Irlanda cuenta con otro acantilado de altura, el acantilado de Slieve League, de nada más y nada menos que 601 metros de altura.
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Vixía Herbeira (España): 612 metros
Hasta ahora todos los acantilados se encontraban en islas, por lo que podemos decir que el acantilado más alto del continente se ubica en España. Concretamente entre las localidades coruñesas de Cariño y Cedeira. Como puedes imaginar, las vistas allí quitan el aliento, aunque no todo es paisajismo. Vale mucho la pena visitar la conocida como garita de Herbeira, una modesta pero interesantísima construcción del siglo XVIII destinada a labores de vigilancia costera. Por cierto, no es el único acantilado español en el Top 10 de los acantilados más altos de Europa: también puedes visitar el acantilado de Jaizkibel, en el País Vasco: nada más y nada menos que 547 metros de altura.
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Cabo Girão (Portugal): 580 metros
Después de esta breve incursión en el continente, volvemos a las islas; en esta ocasión en plena Macaronesia. Y es que el acantilado que nos ocupa se ubica al sur de la isla de Madeira. Un lugar también caracterizado por su naturaleza exuberante (como ya te mostrábamos en nuestro artículo sobre qué ver y hacer en Madeira). Se encuentra a 2 km de la pequeña localidad de Câmara de Lobos, aunque es tal su altura que desde su cumbre podrás divisar la capital del archipiélago: la ciudad de Funchal.
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Conachair (Escocia): 427 metros
Un lugar que, además de sobrecogedor, conserva un halo de leyenda debido a que, durante mucho tiempo, fue uno de los Finisterres de Europa. En otras palabras: el fin del mundo en Escocia. Podrás subir a Conachair desplazándote a la isla de St Kilda, muy cercana a las no menos míticas Islas Hébridas, famosas por sus formaciones naturales de basalto. Además de las panorámicas, en sus alrededores te saldrán al paso ruinas y pequeñas casitas tradicionales. Incluso, si tienes suerte, algún cementerio circular. Te lo hemos dicho: pura leyenda.
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Cap Canaille (Francia): 394 metros
En la Francia meridional, más concretamente en el departamento de Bouches-du-Rône, nos encontramos los acantilados de Cap Canaille desplegándose sobre el mar Mediterráneo. Auténticos mastodontes de piedra que constituyen, además, los acantilados más grandes de toda Francia. Visitarlos puede ser toda una oportunidad de sumergirse en el paisaje mediterráneo para luego hacer lo propio en las aguas del mar. Además, sólo 27 kilómetros los separan de Marsella, por lo que puede ser una oportunidad ideal para complementar tu viaje a la ciudad francesa.
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