Se mantiene la situación de emergencia en Aragón por el temporal que ha producido la crecida del río Ebro, hasta que la riada pase por la Ribera baja.

Cuando llegue el momento, el Gobierno de Aragón cambiará a fase de alerta ante la llegada de un frente de lluvias procedentes de la vertiente cantábrica.

Mayte Pérez, consejera de Presidencia, presidió la reunión del Centro de Coordinación Operativa para analizar las afecciones de la última crecida del Ebro.

Este pasado domingo llego a Novillas, dejando afectadas entre 700 y 800 hectáreas, y el lunes por la mañana entró en Zaragoza con un caudal de unos 1.600 metros cúbicos y una altura de 4,50 metros.

El temporal ha obligado a muchas personas a ser desalojadas por temor a que se desborde el río

El Ayuntamiento de Zaragoza ha tomado la decisión por precaución de desalojar a una treintena de personas de las urbanizaciones Doña Sancha, Torre Urzáiz y El Casetón.

También ha sido evacuado un criadero de perros, el Centro Canino Aragonés. La mayoría de las viviendas que hay en estas urbanizaciones son segundas residencias y algunos huertos.

Aunque el temporal y la crecida han causado males menores que en el 2018, se han producido daños a explotaciones agrícolas y campos de cultivo.

Se ha estimado que los daños están por debajo de las 10.000 hectáreas inundadas durante la crecida del año pasado, y se prevé que sean menos, inicialmente, con esta riada.

Los estragos del temporal demuestran que, según la consejera, «cada avenida es única» y que el río se comporta de una manera distinta en cada tramo.

Pero cree que también han influido las intervenciones que han realizado en los últimos años el departamento de Agricultura y Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Ebro, que han ayudado a paliar la situación.

Se encuentra todo preparado para actuar de forma rápida en caso de ser necesario

En toda la zona de la Ribera Alta, unas 2000 hectáreas de campo se han visto afectadas por el temporal y la crecida del Ebro.

Según ha explicado Anara Arellano, alcaldesa de la localidad de Luceni, la crecida alcanzó el domingo unos 6,30 metros de altura y 2.100 metros cúbicos por segundo.

«Lo importante ahora es que el agua se retire pronto para que puedan entrar los agricultores a los campos y porque, cuanto más se mantenga, más daño hace en los terrenos», ha explicado la alcaldesa.

Pero explicó que no se produjo ningún daño en los cascos urbanos de la Ribera Alta. En las dos carreteras que se tuvieron que cortar, el lunes se pudo reabrir el tráfico.

En Novillas quedaron unas 700 hectáreas de campo inundadas. Sin embargo no se registraron afecciones en el casco urbano y no se han lamentado daños en personas.

Abel Vera, Alcalde de la localidad, comentó que la punta de la crecida pasó a las 7.00 horas de este domingo, con unos 2.000 metros cúbicos por segundo y unos 7,7 metros de altura. 

Hoy se sigue manteniendo la alerta de emergencia y habrá reuniones con alcaldes de las poblaciones bajas del río

El Gobierno de Aragón ha decidido mantener esta fase de emergencia y hoy se reunirán con los alcaldes de las poblaciones aguas abajo de Zaragoza.

Una vez concluya el episodio de crecida y se calme el temporal el Gobierno de Aragón y el resto de organismos analizarán qué aspectos hay que mejorar para paliar los efectos de las riadas.

Ya que por los efectos del cambio climático, la consejera estima que serán cada vez más frecuentes, y habrá que barajar qué intervenciones se necesitan «para estar más preparados».

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