Para mí, escoger un Vino ha dejado de ser una tarea complicada. La veo como una especie de aventura en la que salgo a buscar nuevos sabores para compartir con mis amigos y familia. Realmente, cuando se trata de vinos, es cuestión de animarse a probar. . Hace un par de años escribí un artículo sobre un delicioso Orvieto Clásico que probé en Italia. Gracias a ese artículo, me gané una beca para estudiar los fundamentos del vino. En esas clases pude probar deliciosos vinos de todo el mundo y, lo principal que aprendí, es que hay variedades para todos. Yo siempre digo que los vinos pueden compararse con los zapatos, que tanto nos gustan a las mujeres: Hay para todas las ocasiones, precios y gustos. Los hay para todos los días y para momentos especiales, como una boda, una promoción o el cumpleaños de algún amigo. Los hay con mucho cuerpo (como un par de tacones) o llenos de textura. Los hay simples (como un par de zapatos bajos), o clásicos. Hay caros, como los ...