A muchos Cocineros les hierve la sangre cuando descubren platos suyos en la carta de un restaurante sin detallar su autoría. A otros les importa un pimiento. Sobre todo, porque mientras unos fusilan algunas de sus recetas y se las dan de creativos, ellos andan abriendo novedosos caminos gastronómicos. . . ¿Quién no ha probado las patatas bravas de Sergi Arola en un espacio que no era el suyo? ¿O las tortillitas de camarones de Ángel León a cientos de kilómetros de Aponiente? Ayer se celebró el I Congreso Internacional de Gastronomía y Derecho para, entre otros asuntos, apagar el fuego del plagio en el gremio de los cocineros. Por eso, los asistentes, en este caso juristas, diseñaron una lista de ingredientes para poner en el horno la tan necesaria Ley Integral de Gastronomía que ayude a rellenar el vacío que existe en el sector. Y uno de ellos es la formación de la Asociación Europea de Derecho y Gastronomía. Llegaron a la conclusión de la importancia de l ...