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El Calentamiento global y sus efectos en Nicaragua ( Se secan los ríos)

Tags: riacuteo agua



En algunos ríos sobresalen piedras, arena y maleza. En otros, la basura y animales muertos prevalecen. La contaminación y el despale coronan el ciclo de daños a los ríos y pequeños mantos acuíferos que mueren en Estelí, Madriz, Nueva Segovia, Chinandega, Boaco y Rivas.
Poblaciones enteras sienten los estragos causados por el comportamiento global del planeta y por la mano del hombre en su afán de destruir la naturaleza, según expertos en temas ambientales.
Lo anterior lo exponen expertos de la Red Nacional de Comité de Agua Potable y Saneamiento (CAPS) y el Centro de Entendimiento con la Naturaleza.


RÍO ESTELÍ SE SECÓ

Piedras, arena y maleza es lo que sobresale en casi todo el trayecto del río Estelí, que mide aproximadamente 1,100 kilómetros donde antes –recuerdan los pobladores– era la principal fuente de agua que les permitía sobrevivir y hacer todas sus cosas.

Doña Olinda Parrales habita aproximadamente a una cuadra y media del río Estelí, en el barrio Orlando Ochoa, donde ha vivido por décadas. Dijo que nunca había visto el río como está ahora: no corre ni una gota de agua.

Recordó que era común ver grandes cantidades de personas bañándose o lavando ropa sobre piedras y muchos hasta hacían sus propios filtros para agarrar el agua que usaban para tomar. Pero desde que pasó el huracán Mitch quedó destruido.

La responsable de la Oficina del Ambiente de la Alcaldía de Estelí, Elvira Lanuza, dijo que han hecho un recorrido por el trayecto del río y solo en algunas zonas altas como Las Joyas de la misma ciudad de Estelí, hay algunas pozas, pero el panorama de piedras y arena es casi generalizado en este río.
QUEBRADAS TAMBIÉN

Las quebradas presentan una situación similar. Lanuza dijo que la quebrada de El Zapote y de El Limón están secas y el Salto de la Estanzuela también ha bajado considerablemente su caudal, sobre todo porque muchas personas usan motores para extraer agua para sus cultivos.

Lanuza considera que desde hace unos treinta años viene el deterioro de la cuenca del río de Estelí que era caudaloso y con muchos árboles, pero por acciones humanas, como asentarse en sus riberas, el río ha perdido su caudal.

Además que se ha despalado en la cabecera del río, el cambio climático ha hecho lo suyo. “Tenemos que ver que el invierno en los últimos tres años ha sido con lluvias escasas y ahorita (el río) está en piedra totalmente, no hay agua”, dijo Lanuza.

Ante esa situación Lanuza hizo el llamado a la población a tomar conciencia para cuidar el ambiente y sumarse al esfuerzo de conservar y apadrinar los árboles que desde hace varios años está sembrando la Alcaldía de Estelí con el apoyo de otros sectores de la sociedad, incluyendo la empresa privada.
EL QUEBRACHO SIN AGUA

Este río solo es uno de los efectos de la últimas sequías que está dejando sin agua a algunas comunidades como El Quebracho en el sector de la Estanzuela, del municipio de Estelí, donde sus habitantes aseguran que de tres llaves públicas, únicamente sale agua de una.

Ellos sostienen que se debe a que las tuberías son muy viejas y que el agua del pozo con el que se han abastecido por décadas se profundizó. Ahora tienen que recorrer largas distancias para obtener el agua que necesitan porque con una llave no es suficiente.

Por su parte, Lanuza dijo que en comunidades como Puertas Azules al este de la ciudad de Estelí, San Roque al Oeste y El Limón al Suroeste, también están reportando que los pozos se han profundizado y hay dificultades para obtener la misma cantidad de agua que antes.
DESAPARECEN EN MADRIZ

Doña Marta Esperanza Lazo Martínez, del sector 10 de la ciudad de Somoto, cabecera del departamento de Madriz, recuerda que hace unos cinco años ella y sus tres hijas, como también mucha gente pobre, iba a bañarse y a lavar ropa a las pozas de las aguas que corrían en el río Musunce. “Hoy solo desechos de basura y animales muertos es lo que queda en el lugar”, dijo.

Otros ríos están corriendo la misma suerte como el Inalí y Tapascalí, este último ubicado a un kilómetro a la entrada del poblado del municipio de San José de Cusmapa, donde sus aguas han comenzado a disminuir, en parte a la deforestación. Se estima que varias comunidades indígenas extraen a diario de entre 8 y 12 camiones cargados con madera de pino.

“Este despale avalado por los funcionarios del Marena (Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales), el Inafor (Instituto Nacional Agroforestal) y la Alcaldía de Cusmapa, está acabando con los bosques de pino y como consecuencia también con las pocas fuentes de agua en la zona”, dijo Javier Herrera, habitante del municipio de San José de Cusmapa, en Madriz.
BAJA NIVEL DE AGUA EN EL CAÑÓN DE SOMOTO

Las aguas que corren en el famoso Cañón de Somoto, nombrado Parque o Monumento Nacional, también considerado un área protegida, han disminuido porque en la comunidad El Guayabo, aledaña a la zona, un grupo de personas extraen madera con el supuesto aval de las autoridades.

En el municipio de San Lucas, el campesino Elí José Morales Lira, denunció que las aguas del río que divide a la comunidad de San Francisco de la Camaira con La Manzana han dejado de correr por el despale y el uso de motores de riego. Mientras que en Telpaneca las caudalosas aguas del río Coco han disminuido y en algunos lugares ya solo quedan bancos de arena.

El Chorro de la Virgen, en San Juan de Río Coco, se secó por segundo año consecutivo al faltarle agua de las corrientes subterráneas, debido al despale de la reserva El Majaste.

La falta de información o divulgación hace que se tenga poco conocimiento de los planes que ejecutan las autoridades del Marena, Inafor y las Alcaldías para proteger los mantos acuíferos del departamento.
ONG SE LANZAN AL RESCATE

En unas treinta comunidades de los municipios de Somoto, San Lucas, Las Sabanas y San José de Cusmapa, en el departamento de Madriz, un grupo de organismos como Care Internacional, Cruz Roja Internacional, Inprhu (Instituto de Promoción Humana) de Somoto, entre otros, han impulsado en conjunto planes de manejo de las subcuencas de los ríos Inalí y Tapascalí.

El proyecto fue financiado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda, con un monto de más de tres millones de euros, y permitió incidir en las treinta comunidades de esos cuatro municipios de Madriz, a la vez que benefició a más de 15,000 familias campesinas que habitan sobre las riberas, además de la capacitación a 180 líderes comunitarios en temas ambientales.
CRISIS EN CHINANDEGA

Por otro lado, la desolación por la falta de agua se observa en los ríos fronterizos El Guasaule, Negro, El Gallo y el pequeño Tecomapa. El llano con sus lomas deforestadas y el sol que oprime se advierte en la zona seca al suroeste del poblado de Somotillo. La tala e incendios forestales acabaron con los manantiales y pozas de la zona.

Ahora es historia aquel caudal del río El Guasaule. Extenso, fresco, con peces en su hermoso torrente a su paso por el sector aduanero, bajo el puente internacional entre Nicaragua y Honduras. La fuerte corriente le permitía tener agua en todo tiempo para irrigar plantíos de hortalizas y frutas en las fincas vecinas y la variedad de pozas que admiraban los turistas y se refrescaban los bañistas.

Pero productores hondureños contribuyeron a la muerte lenta del afluente de la línea divisoria con la instalación de bombas que succionaban grandes cantidades del agua al norte de la comarca La Ceiba, sector El Siete y Palo Grande.

Jeffrey Balladares, poblador de Somotillo, recorrió la mañana del jueves un buen trayecto sobre las piedras del río Tecomapa, de riberas cercanas al poblado, que desde la última semana del mes pasado de enero no tiene más agua. “En enero se veía todavía a las mujeres que lavaban la ropa, pero ahora no tiene nada de agua”, indicó Balladares.
SED EN SOMOTILLO

Tomas Urbina, originario del casco urbano de Somotillo, lamentó que faltan “los meses duros” de marzo y abril y temen que se profundice el agua en los pozos por la disminución del manto acuífero.

“Ya hay problemas en el casco urbano; en los barrios Sagrada Familia y la Resistencia Número 2 están abasteciendo con cisternas y en los ríos El Gallo y El Negro ya no hay corriente o solo en algunas partes”, dijo Urbina.

Las pozas más representativas que pasaron a la historia en Somotillo, son La Burra, La Burrita, El Tabacal, El Tránsito y Los Robles. Las comarcas fronterizas que sufren de sed en estos momentos son: Cofradías, San José, La Ceiba, San Francisco, Las Mesas, Gallegos, Palo Grande y Los Encuentros.

En los municipios de San Pedro de Potrero Grande y Santo Tomás del Nance, la población resiente lo seco del río Torondano.
Walterio Espinoza, ambientalista chinandegano, informó que fue presentado la semana pasada ante la municipalidad e instituciones un proyecto de rescate para el río Acome, que ahora sufre brutal contaminación a lo largo de los tres kilómetros del paso por la ciudad de Chinandega, en especial las toneladas de basura del vertedero.

En el municipio El Viejo se reporta que el río Sasama y el río Chiquito se han secado.
URGEN RESERVORIOS EN RIVAS

Las consecuencias de los últimos malos inviernos, junto con las características del suelo y la carencia de grandes zonas montañosas en el departamento de Rivas han impactado negativamente en las fuentes hídricas, provocando la sequía de ríos y pozos de comunidades rurales.

Irnan Bustos Pérez académico de la Universidad Internacional de Agricultura y Ganadería de Rivas (Uniag) con estudios de suelos y agua, refiere que las estructuras geológicas de los suelos rivenses es similar en los diez municipios. “Unos ríos van hacia el lago y otros van hacia el mar y dos meses después del invierno ya están secos”, explicó.

“Hice un estudio para medir el potencial hídrico y la calidad del agua de la microcuenca del río Papaturro, y nos encontramos que entre Papaturro de San Juan del Sur y río Grande (de Rivas y Tola) existen más de 600 pozos artesanales y cuatro pozos perforados con maquinaria, y el ochenta por ciento ya están secos”, indicó Bustos, quien sugiere que los productores usen sistemas de riego que no inunden o desperdicien el agua y que construyan “reservorios de agua” en sus propiedades.
ENACAL Y POBLADORES CONTAMINAN

Aunque actualmente las vertientes del río de Oro están secas y la única agua que corre en parte de su cauce son las aguas servidas que lanzan algunos vecinos y las aguas residuales de las pilas sépticas de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), estas corrientes no están llegando al Lago Cocibolca en esta época seca, porque un productor utiliza esas aguas para riego de sus cultivos, según se constató, pero en cuanto llueve todos esos desechos van hacia el Lago.

El abogado rivense Fabbrith Gómez Meza es uno de los vecinos del río de Oro que lamenta la falta de conciencia ciudadana, porque utilizan el cauce del río como botadero de basura, otros lo usan para hacer sus necesidades fisiológicas, sobre todo los que hacen uso del mercadito de Rivas, explica.

De acuerdo con Gómez, varios vecinos hacen esfuerzos sembrando árboles en la ribera del río y le llaman la atención a los que encuentran tirando basura. “Hace falta un proyecto que garantice la conservación del río de Oro y se eviten los botaderos de basura y aguas negras, conectándolos al servicio de alcantarillados de Enacal”, expresó Gómez.
(Con la colaboración de Roberto Mora, Ramón Villarreal, Saúl Martínez, William Aragón y Melvin Rodríguez)

Río Musunce ahora solo aparenta ser una camino con basura, que cruza parte de la ciudad de Somoto. 

De acuerdo con Elba Ángulo, concejal del PLI de Santa Lucía, Boaco, la Alcaldía está trabajando en coordinación con Enacal para reactivar un antiguo proyecto de agua en la comarca Las Mercedes. Dicha obra fue ejecutada en 2008 y consistía en abastecer a la ciudad con agua del río Zarco, pero solo funcionó durante un tiempo.


La delegada departamental de Enacal, Mercedes Campos, negó conocer sobre ese proyecto. “No sé de qué proyecto estarán hablando. Nosotros estamos trabajando en darle solución al problema de agua con proyecto en una fuente superficial, pero no recuerdo cómo se llama el río. Vamos a meter una planta, el proyecto es ahí en Santa Lucía”, dijo sin precisar más sobre la obra. “Mientras tanto, seguimos mandando dos pipas de agua diario para resolver el problema”, agregó la funcionaria de Enacal.

Fuente: La Prensa


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