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Dinero y la Iglesia III

Dinero y la Iglesia
(Tercera Parte)
Mateo y Hechos cierran y abren sus libros con sonoros mandatos: “Id y predicad el evangelio a todo el mundo” y “Y me seréis testigos… hasta lo último de la tierra” Entre éstos dos libros hay una bisagra que supone el nacimiento de la iglesia. Así que la causalidad es la razón detrás de estas palabras.

Soy de los que creen que la iglesia tiene un motivo de ser. La iglesia -al menos en el principio- no vio la luz para ser un club social, un centro caritativo o un espectáculo espiritual sino... un lugar de preparación para el evangelismo mundial en el que la predicación jugaría un papel decisivo de principio a fin.

Cuando la iglesia se "durmió en los laureles" -después del éxito que resultó la inauguración en Jerusalén- se desató (con el guiño de Dios) la primera persecución de la historia para recordarnos que los mandatos no son mera literatura.

Si hoy tomamos en cuenta esto -en el contexto del Mundo en que vivimos- la misión no puede ser cumplida sin recursos. Una iglesia que piensa en reeditar aquellos mandatos, tiene que tener un plan financiero de ingresos. Los Bernabé tienen que contarse por cientos y la liberalidad tiene que ser más que retórica.

Creo que de alguna manera, todos estamos en deuda con los anónimos que apoyaron las misiones en el mundo. No estoy hablando de los "asalariados" (aquellos que con gusto aceptan un puesto en el tercer mundo con dinero del primer...) sino de quienes como Pablo respondieron a la "visión del varón macedonio" 

Sin embargo, reconozco dos problemáticas aquí:


Hoy día, hay tantas Iglesias como visiones. Unas hacen énfasis en la sanidad, otras en la liberación, otras más en las profecías... pero muy pocas Hacen Sinceros Esfuerzos misioneros. Me preguntarás: "¿Como sabes eso?" Alcanza con mirar la condición del mundo para darse cuenta que tantas iglesias con tantos recursos no están haciendo todo lo que pueden... ¡Simple lógica! 

Así que si las iglesias que no tienen una visión mundial reciben recursos... ¿Dónde los invierten? Sin entrar en detalles, basta decir que mucha inversión -quizá excesiva- va para el sostén como la publicidad del ministerio.  

Con frecuencia, el grado de inversión va de la mano con la ambición o el interés que mueva a sus líderes. Hay pastores que se han convertido en personalidades a la altura de los políticos o las celebridades. Por lo que mantener ese estatus, puede costar buena parte de sus ingresos.

Al otro lado, hay iglesias que sí tienen una visión misionera. Hacen Sinceros Esfuerzos para ganar el mundo, envían misioneros y los costean con el apoyo de su gente. Normalmente, son iglesias sacrificadas que viven la cara más costosa del evangelio moderno. He conocido en alguna de ellas a gente con más conciencia de la necesidad global que algunos afamados pastores...

Sin embargo, la promoción de líderes con un evidente oportunismo carnal y el descuido paulatino de la necesidad de sus obreros, acaba por traer descrédito sobre la organización. En particular, cuando ésta ha hecho de las misiones una bandera de su ministerio. 

Y cuando la desconfianza comienza a asomar su cara, la liberalidad del principio acaba resquebrajándose...

Alex de la Iglesia



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