Levante la mano la que compró una base Sin Poder Probarla y hoy la tiene criando telarañas porque el color le quedó más oscuro/claro. Been there, sister.
A pesar de tener ojo entrenado para elegir mi tono de base Sin Poder probarla, más de una vez fallé y me traje un tono que me queda a) como un fantasma o b) como una mascarilla de zanahoria.
Con este truco les prometo que ya no les va a volver a pasar de manera grosera. Ya les había mostrado una página web donde podían encontrar el color exacto de su base en una marca diferente, pueden verlo en este posteo. Pero en ese sitio no están todas las marcas.
Para nuestro truco vamos a necesitar un envase de plástico o vidrio transparente y chiquito. Yo elegí entre estos de ampollas capilares. Si tiene etiqueta se la sacan, lo más importante es que quede transparente. Limpien bien y dejen secar (no como yo que de apurada hice todo en el momento y quedó agua).
Después vamos a hacer el pequeño sacrificio: tomar un poco de la base que siempre usamos y ponerla dentro del frasquito. No tiene que ser mucho, simplemente tiene que ser una cantidad que permita compararla.
Y eso es todo. Se guarda en la cartera o lo toman en el momento en el que saben que quieren una base pero no la van a poder probar. En muchas farmacias ni siquiera tienen testero o te miran mal si te quedas pensando con el fresquito en la mano.
Lo ideal es que coloquen el frasco al lado de la base que quieran probar. Con el tiempo van a ir entrenando el ojo para que algunos detalles no las distraigan: por ejemplo, yo elegí una base mate, así que si la comparo con una satinada quizás vea diferencias que me confundan (mini brillos dorados o plateados). Pero no se dejen intimidar, vayan a lo macro: el color tiene que ser lo más parecido al que vemos en el frasco.
En esta foto puse la muestra en el medio de dos colores que me quedan muy naranjas y oscuros. ¿Pueden ver las diferencias?
Practiquen con todas las bases que vean, después de un tiempo ya van a estar entrenadas con los colores y van a equivocarse menos.
