Una de las salidas del armario más sonadas del 2016 fue la Bella Thorne. La actriz y cantante decidió contestar a la pregunta de una fan confirmándole que es bisexual. En ese momento mucha gente salió a apoyarla públicamente pero no todo es flores y rosas en el camino para ella.

En especial la actriz se siente frustrada por la forma en la que la gente ve la bisexualidad y los tópicos que la rodean.

Parece que nadie entiende la bisexualidad. En este mundo la gente tiene que ser o gay o heterosexual y no existe nada en medio. Si te has acostado alguna vez con un chico tienes que ser heterosexual. Es como ¿qué? No, a eso se le llama ser fluido… Estamos en este mundo en medio que nadie puede clasificar, lo que me hace sentirme muy enojada. La gente no puede encajarnos en ningún sitio y eso les hace sentirse molestos. No puedo explicarlo y no entiendo por qué llegan a la conclusión de que odian esto.

Bella Thorne en la revista Gay Time

Además Thorne ha tenido que lidiar con otro tipo de repercusiones después de su salida del armario. En concreto, la pérdida de papeles para los que estaba propuesta antes de definirse como bisexual.

Ha habido momentos en los que la reacción ha sido muy negativa desde el punto de vista de la actuación. Hubo alguien que, justo después de que salí del armario canceló mi audición. No es que nadie llegue y te diga: “Eres gay y no te voy a contratar”, eso no pasa. Pero te das cuenta por la manera en la que la gente actúa contigo. La manera en la que te miran o como esquivan ciertos temas. En este negocio, ese tipo de comportamiento lo dice todo.

En fin, que parece que a pesar de que cada vez es más fácil para las actrices y actores salir del armario, se nota que todavía hay reacciones negativas que hacen que la gente se lo siga pensando dos veces antes de dar el paso. Así que hay que seguir apoyando y dándole visibilidad a esas personas que, a pesar de todo eso han decidido dar el paso.

El post Bella Thorne: Parece que la gente no entiende la bisexualidad fue publicado originalmente en Lesbicanarias. por Paola Mejia