Una tarde mi padre me llamó con la noticia que cambiaría mis planes a futuro, me ofrecieron hacer un Intercambio hacia Brasil, y pensarás “Es Brasil, Latinoamérica, no es un Gran cambio de vida”. Estaba equivocada, vaya que lo fue, comenzando con el idioma, una familia nueva, amigos nuevos y lo peor de todo, lo que todos temen: una relación a distancia.

Tuve la suerte de estar en un país en donde el género, la sexualidad y la diversidad biocultural se puede encontrar hasta el último rincón. Pero no todos obtuvieron la misma suerte.

“¿Cuál ha sido tu peor experiencia durante tu intercambio?” fue la pregunta que planteé. Jamás pensé el gran impacto que tendría. Ser gay y representar a tu país para algunas personas no es la mejor combinación y peor aún si te encuentras en países como Egipto, India, Rusia, Nigeria, Afganistán en donde la religión y la cultura es más importante que el amor, y hasta es castigado con pena de muerte. Así que, es regresar al cómodo y caliente armario, en donde te había costado tanto salir.

Mi primer mes haciendo mi intercambio fue bastante difícil, no sabía ni siquiera como decir gracias en portugués, todo lo fui adquiriendo día a día. Luego llegó el día de ir a la escuela, una ola de preguntas, nuevos nombres de nueva gente que al segundo olvidé se hicieron presentes, congenié con algunas personas y llegamos a la pregunta que tanto odio “¿Tienes novio?” abrí la boca intentando decir alguna palabra, pero sólo logré cerrarla y un gran suspiro salió, acababa de conocerlos, ¿cómo explicar que no es un él sino una ella? ¿lo tomarán mal? Muchas preguntas inundaron mi mente en ese segundo pero preferí decir “No, no tengo”.

No necesité mucho tiempo para darme cuenta de las personas con las que llegaría a tener un gran lazo de amistad y con eso una gran confianza. Siempre cuando nos juntamos no tengo idea como, pero terminamos hablando de hombres hasta que un día con mucha valentía les dije la verdad, y de nuevo, la ola de preguntas ¿tienes novia? ¿cómo es el sexo? ¿qué se siente besar a una mujer? Eran algunas de ellas, contesté cada una de sus preguntas, fue difícil sumando que pensaba en español y de mis labios salía mi poco portugués, pero vaya que sentía un gran alivio de dejar de fingir o evitar el tema de los hombres. También en el paso de mi intercambio decidí no decir sobre mi sexualidad a los que son mi familia adoptiva porque no quería problemas, ni preguntas extrañas de adultos… Aunque muchas veces se ha hablado del tema y con seguridad puedo decir que son 0% homofóbicos, tienen un gran respeto hacia la gente. Verdaderamente la decisión la tomé porque si salía, invitaba o estaba con alguna amiga no quería que malinterpretaban la situación cuando por cierto, repito, tengo novia.

6616 km de distancia exactamente nos separa mi pareja y yo, nunca necesité estar lejos de ella para saber que la amaba, pero, la distancia y la soledad combinado con demasiado tiempo para pensar no ayudan en nada, se presentaron grandes peleas, celos, y cuatro horas de diferencia, que ha sido un infierno. Extraño tanto sentirme rodeada de sus brazos, saber que la veré a las 4 de la tarde y estar feliz desde la 1, todos esos pequeños detalles que nunca me había dado cuenta cuán importante eran en mi vida. Pero es una gran experiencia, los lazos con ella ahora son irrompibles, porque cuando amas a alguien, ni la distancia, ni nada puede con el amor.

Mi intercambio me ha llenado de olas de sabiduría, pensamientos y experiencias, salir de clóset por segunda vez fue una de ellas, jamás pensé volver a tener ese miedo, que ironía. Pero cuando estás rodeada de la gente que te quiere te aceptarán completamente. Así que no dudes de hacer ese gran viaje que tienes en mente y, si tienes la oportunidad, un intercambio te cambiará la vida por completo. Saludos a todas desde Brasil.

El post Irte de Intercambio Siendo Lesbicanaria fue publicado originalmente en Lesbicanarias. por Darinka García