Suena muy exótico y realmente lo es. El “Beso de Singapur” (también conocido como Pompoir o Kabazzah) es una práctica sexual que se inició hace más de 3000 años en la India. De ahí se extendió a otros países de Oriente como China, Tailandia, Japón o Filipinas y era una costumbre habitual entre las Geishas más experimentadas.

Y es que no hace falta hacer acopio de juguetes sexuales ni contorsionarse cual miembro de Cirque du Soleil para conseguir disfrutar de una buena sesión de sexo y de intensos orgasmos.

¿En qué consiste?

El “beso de Singapur” es una táctica en la que se succiona el pene con los músculos de la vagina, como si se tratase de una masturbación. De hecho, Pompoir se traduce del francés como “chupadora” y el efecto que se produce sobre el pene es similar al del sexo oral.

¿Cómo se realiza?

Parece muy complicado pero cualquier mujer puede conseguirlo si se entrena para ello. Simplemente hay que seguir los ejercicios de Kegel de contracción y relajación vaginal para fortalecer los músculos implicados en esta técnica. Para que funcione, la mujer tiene que colocarse a horcajadas sobre el hombre, con las caderas quietas, y permanecer ambos inmóviles durante la penetración. Una vez situados ella tiene que acariciar la erección de él con impulsos rítmicos y ondulantes de los músculos de la vagina, conocidos como músculos pubococcígeos, cuyas contracciones son las que propiciarán el orgasmo.

Para que os hagáis una idea de lo que se puede conseguir, el nombre de “Beso de Singapur” proviene de la leyenda de una prostituta capaz de introducir y sacar el pene de sus amantes con un sólo movimiento de vagina.

Llevar a cabo esta técnica requiere tiempo y trabajo, pero si se ejercita con constancia y lo probáis no os arrepentiréis, ya que empezaréis a deleitaros con los beneficios que obtendréis:

– Incrementa la energía sexual de la pareja.

– Los orgasmos son más intensos para ambos.

– Se pueden lograr tres tipos de orgasmos: clitorideo, vaginal y del Punto G.

– Se recomienda con fines sexoterapéuticos en los casos de falta de deseo y anorgasmia, así como para tratar la disfunción eréctil y la eyaculación precoz.

¡Así que, ya sabéis! No dudéis en ponerlo en práctica si queréis conseguir todos estos beneficios. ¡Vuestros encuentros sexuales serán épicos!

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