Autor:    José Luis Tapia, Director de ILE

Fuente: ILE (Instituto de Libre Empresa)

Los Premios Nobel Elinor Ostrom, Milton Friedman, Gary Becker y Vernon Smith han señalado en sus investigaciones que un bien natural como el Agua, que no esté sujeta a las leyes económicas, correrá el peligro de la escases o sobre producción.

Si siguen excluyendo de los precios reales la producción de agua potable de Sedapal no solo estarán perpetuando una aguda escases sino que incurrirán en una inmoralidad por no permitir que la iniciativa privada socorra a millones de personas que no tienen agua en Lima.

Los síntomas de una empresa estatal como Sedapal son un infierno para sus millones de usuarios, porque éstas “pequeñas ineficiencias” consideradas así por un gerente estatal típico, no lo son para un gerente privado; por que sus ingresos dependen fundamentalmente de la satisfacción del Servicio brindado al usuario.

Sedapal es un infierno para decenas de miles de usuarios que se registran en Sunass por el pésimo servicio recibido equivalente a lo recibido de cualquier empresa estatal de Níger o Etiopía. Las quejas registradas o más recurrentes son:

- provisión de agua turbia en distritos como Rímac y Villa el Salvador en el 2014;

- cortes intempestivos de 4 horas o más varias veces al año en casi todos los distritos de la capital;

- aumento anual de la burocracia por ingreso de hijos, sobrinos, ahijados y parientes políticos de los funcionarios de Sedapal con poder discrecional;

- lentitud injustificada de hasta un año para devolución del dinero por cobros indebidos;

- atención casi nula del servicio de Aquafono;

- precio del agua de hasta 12 veces más cara en zonas donde se compra al camión cisterna comparada con el residencial;

- deuda acumulada con la Sunat de 3 mil millones de soles que fue asumida con impuestos de los contribuyentes;

- aumento de 20% de cobertura del servicio cuando sus tarifas se elevaron en 47%;

- plantones de vecinos de Independencia y Villa El Salvador que reclamaron que Sedapal les cobra mensualmente 35 soles cuando solo les provisiona 1 hora de agua al día;

- utilización de las instalaciones de Sedapal por SUTESAL para defender sus intereses políticos, gremiales y económicos;

- reiteradas ineficiencias en la conclusión del parchado de pistas y veredas cuando terminan obras de reparación de tuberías;

- incapacidad de Sedapal para detectar fugas internas pero a la vez son muy eficientes en realizar cobros indebidos de hasta 3 mil soles a vecinos;

- generación de inundaciones por rotura de viejas tuberías que afectaron a viviendas, colegio, vías de alto tránsito en Comas y Villa Maria del Triunfo en el 2013 y 2014;

- negligencia en asumir económicamente los daños ocasionados a la salud de señoras y ancianos por accidentes debido a la falta de tapas de las cajas medidoras en veredas de varios distritos de la capital;

- colocación de medidores que no distinguen el aire del agua en tubería pero que igual facturan por lo mismo y que INDECOPI expresamente lo ha señalado en su Informe N°006-2011/SNM;

- multa de 9 millones de soles que impuso Sunass a Sedapal en el 2014 ocasionado por malos funcionarios y que fue considerado como pérdida económica por la Contraloría, debido que no cumplieron con el horario de aprovisionamiento de agua a los distritos de Comas (urbanizaciones San Juan Bautista, San Carlos, La Alborada y Collique), Carabayllo (urbanizaciones El Progreso II y IV Etapa) y en Puente Piedra (AA.HH. Pancha Paula y Virgen de Copacabana) en el 2014;

- producción de aniegos con aguas estancadas en Huaycán, zona F, calle 9, que multiplicaron la presencia de zancudos y mosquitos en el 2014;

- incapacidad de detectar y poner fin a las conexiones clandestinas y manipulación de medidores que existen sobre todo en zonas comerciales como Gamarra y La Parada donde los baños públicos desperdician diariamente agua de inodoros;

- realización reiterada de inspecciones de Sedapal sin valor oficial por la Sunass para ganar tiempo y librarse de las multas o devolución de cobro indebido en perjuicio del usuario;

- huelgas esporádicas de trabajadores de Sedapal reclamando aumento de sueldos cuando el servicio no mejora como sucedió en el año 2013.

Estos infiernillos no hacen más que demostrar la necesidad de un cambio radical en la estructura de la propiedad de Sedapal, realizando una privatización popular que hemos venido señalando desde años que los usuarios del servicio se hagan acreedores gratuitamente de acciones por el valor de los activos de esta empresa estatal.

Una vez entregadas estas acciones pueden quedárselas o venderlas para hacer efectivo el valor en dólares o soles en el mercado o, de lo contrario, ser accionista y disfrutar de los dividendos que arroje esta empresa. A diferencia de las privatizaciones de los noventa, el dinero ya no va más para las arcas del gobierno sino va directamente al bolsillo del público.

La privatización popular no es más que un imperativo moral sobre todo con quienes no tienen este líquido vital. Con el estado actual de cosas no hace más que soportar el infierno de Sedapal y la necesidad que la iniciativa privada coberture al 100% este servicio con menores tarifas como ha sido demostrado en el caso de la telefonía y electricidad.