Salerno y Paestum
Dos lugares que vale la pena conocer.
Dos lugares que vale la pena conocer.
Paestum - Templo de Neptuno
Tomamos un tren con destino a Roma, pero para llegar a la ciudad de Salerno, la cual iba a ser nuestra base para visitar la famosa Costa Amalfitana.
Como se van a tomar un tren para cruzar el estrecho de Messina ?, dirán ustedes.
Y si, tomamos un tren que nos llevó al puerto de Messina, el cual al llegar fue dividido en 3 partes e ingresado a un inmenso ferry que es el que hace el cruce entre la isla y el continente.
Es realmente impresionante el sistema que tienen para cruzar los trenes, les dejo algunas fotos para que vean lo grande del recinto donde van los vagones.
Una vez arriba del ferry solo quedaba disfrutar del cruce y sacar algunas fotos de la travesía.
La "Madonna del Porto" nos despedía en lo que seguramente será un hasta pronto, ya que mucha Sicilia nos quedó por recorrer, y es uno de esos lugares a
los que seguramente volveremos porque quedamos encantados con las ciudades, los paisajes y la gente.
Una vez en el continente dos horas nos separaban de Salerno, horas que pasaron volando ya que el tren es muy cómodo e iba bastante vacío.
Al llegar a la estación de Salerno lo primero que vimos al bajar fueron...JAPONESES, lo que marcaba claramente que ya estábamos en zona de turismo multitudinario, denso, pegajoso, molesto, como en casi todas las ciudades importantes de Italia.
Salerno
Salerno no es una ciudad turística por excelencia, no tiene la fama de Nápoles o el glamour de la Costa Amalfitana, pero tiene algo muy importante a su favor, los precios bajos del alojamiento y la excelente comunicación con los lugares que yo quería visitar.Por ello elegimos el B&B Salernoway a dos cuadras de la rambla y a tres de la estación de tren, que usaríamos para movernos de un lado a otro.
Lo recomiendo 100 %.
Dos cosas tiene Salerno para disfrutar, la rambla y la Ciudad Vieja.
La rambla de Salerno es de las mas lindas y movidas que he conocido, el fondo con montañas la hace diferente, da gusto recorrerla y sentarse en sus bancos a admirar el paisaje.
La Ciudad Vieja también nos impresionó positivamente. Si bien es parecido a Palermo, aquí la limpieza es espectacular, las casas están mejor cuidadas y la gente es mas tranquila y menos bulliciosa que en la isla.
Caminando por las callecitas de la Ciudad Vieja nos cruzamos con un desfile de salernitanos vestidos a la usanza medieval, tocando diversos instrumentos musicales.
No faltaban los personajes de la nobleza, los bufones ni las "vedetes". Serán vedettes ?, disculpen pero no se como llamar a las chicas de la foto de abajo que iban muy serias, caminando despacio y con cero onda.
Tal vez así son los personajes de la Corte que representaban.
Seguimos paseando por la Ciudad Vieja, atravesamos túneles, pasajes estrechos, calles adoquinadas y entramos a comprar souvenirs a unos cuantos locales comerciales, todos ellos dentro de casonas con varios siglos de antiguedad.
Como en todo el sur de Italia, los talismanes contra la mala suerte son el principal souvenir. Me traje 2 kilos de diferente tipo y tamaño, jajajaja.
Veremos si funcionan.
Caminamos sin rumbo por las callejuelas de la ciudad vieja hasta que vimos una torre que nos llamó la atención y hacia ahí fuimos.
También me llamó la atención esta vecina en su balcón, de bata y ruleros mandando tranquilamente algún whatsapp mientras cientos de turistas pasaban por debajo de ella. Fotos que solo en Italia se pueden sacar :)
Si alguien la conoce, mándele saludos.
La torre en cuestión era de la Catedral Metropolitana de Salerno, la cual me resultó muy sobria, nada que ver con las iglesias barrocas ultrarecargadas que acabábamos de ver en Sicilia.
Como podrán ver, está hermosamente decorada, sobria y con mucho blanco en las paredes. Una Catedral elegante, diría yo.
Para volver al B&B recorrimos la calle principal y luego bajamos hasta la rambla y el puerto, para llegar casi al anochecer a cenar algo y a prepararnos para el otro día, que sería como siempre agitado, sunbiendo y bajando de trenes y barcos.
Otra de las cosas positivas a destacar de Salerno es su seguridad.
Tanto aparente como efectiva. Y porqué digo aparente ?, porque si bien en Sicilia no tuvimos ningún problema ni de día ni de noche, en cualquiera de sus ciudades las caruchas que andan en la vuelta a veces te dan ganas de cruzar a la vereda de enfrente, jajaja.
En Salerno esas situaciones no se dan, hay mucha policía turística, las calles están muy iluminadas y se respira otra atmósfera.
Paestum
Para llegar a Paestum desde Salerno la manera más cómoda y económica es el tren. Se toma en la estación Salerno Centrale y se baja en Paestum.Para llegar al yacimiento arqueológico hay que seguir derecho la calle que sale frente a la estación y luego de una agradable caminata de 15 minutos a través de la campiña se llega al mini cetntro de la ciudad donde está la entrada al recinto de los templos y el Museo.
El Parque Arqueológico de Paestum, con sus excavaciones, ofrece al visitante una visita a dos áreas sagradas, con el santuario norte y sur de la Foro de época romana (La antigua ágora Griego) con sus instalaciones públicas, área de vivienda, área de spa y muros defensivos.
Ubicado al sur-este del golfo de Salerno, en la parte sur de la Piana del Sele, Paestum es un sitio arqueológico de gran importancia, reconocido por la Unesco como “Patrimonio de la Humanidad”.Fundada por los Griegos alrededor del siglo VII. a.C. con el nombre de Poseidonia, la ciudad fue ocupada sucesivamente por los Lucanos, hasta que, en 273 aC, Roma la hizo una colonia próspera, dándole su nombre actual.
El comienzo de la Edad Media marcó su declive irreversible.
Además de los valores culturales, la importancia de Paestum está relacionada con el excelente estado de conservación de los bienes a partir de los muros, construidos por los Griegos y luego reforzada por los Lucanos y Romanos.
Lo que es más sorprendente es la visión de tres majestuosos templos colocados en una llanura verde, que reflejan la luz de forma diferente según las horas y de las estaciones.
Estos grandes edificios son un extraordinario ejemplo de estilo dórico.
El Templo de Hera, que se remonta al siglo VI aC, es el más antiguo.
El Templo de Neptuno (siglo V aC.), se parece a una enorme construcción hecha de travertino, con un cálido color dorado que varía en los diferentes momentos del día. Es una joya de la arquitectura dórica: majestuoso y al mismo tiempo elegante.
El templo de Ceres (siglo VI aC.), de hecho dedicado a la diosa Athena, en la época medieval se transformó en una iglesia y contiene, adosadas a la pared exterior, tres tumbas cristianas.
Templo de Neptuno o Hera II
Este templo fue erigido presumiblemente para venerar a Apolo, pese a que hoy se apunta a Hera; por eso los expertos lo denominan Hera II.
No obstante, los visitantes del XVIII, a los que impactó su óptimo estado de conservación y perfección estética, lo bautizaron como templo de Neptuno (el Poseidón de los romanos).
Goethe, que nunca observó in situ el Partenón de Atenas, lo catalogaría como el prototipo del templo clásico griego.
Es realmente impresionante poder pasear por el interior del templo y así poder apreciar en toda su dimensión lo grandioso de la construcción.
Que yo sepa esto solo se puede hacer aquí, ya que ni en Agrigento ni en la Acróplis de Atenas te permiten acercarte a menos de tres metros.
Templo de Hera I
Cuenta la leyenda que el origen de Paestum está ligado a las hazañas de Jasón y sus argonautas. Durante una tormenta, estos embarcaron en un delta al sur del golfo de Nápoles, y allí, en agradecimiento a la diosa Hera, levantaron un templo, al que llamaron Hera Argiva.
El destino quiso que, en 1934, fábula y realidad concurrieran: cerca de Paestum salieron a la luz los restos de un santuario dedicado a Hera más antiguo que el yacimiento.
Por el templo de Hera I también se puede pasear sin ningún problema por su interior. Es más apelan a la cultura del visitante y ni siquiera hay guardias que te toquen pito o te griten como dementes como sucede en la Acrópolis de Atenas.
Da gusto poder caminar a tu antojo, sacar fotos de todos los ángulos y disfrutar de los templos sin complicaciones.
Una última mirada al templo de Neptuno o Hera II antes de seguir caminando hacia el otro extremo del recinto arqueológico a ver mas maravillas de la antiguedad. Lindas postales, no ?
EL FORO
La parte del Foro es la que está menos conservada, más tarde en el Museo me explicarían que los terremotos demolieron gran parte de las edificaciones.
Templo de Atenea
Saliendo del foro por caminos bordeados por laureles y pinos mediterráneos seguimos rumbo al templo de Atenea.El segundo templo del lugar fue levantado hacia 500 a. C. con elementos dóricos y jónicos (el segundo orden arquitectónico), se conocería durante siglos como templo de Ceres, dios romano de la agricultura, aunque hoy los arqueólogos señalan a Atenea como destinataria de su culto.
A este templo no se puede entrar, es de menor tamaño, pero igual está muy bien conservado y vale la pena darle una vuelta y admirarlo desde todos los ángulos.
Museo
Hoy, más de trescientas mil personas al año pisan Paestum. El yacimiento es el tercero más visitado de Italia, que, a su vez, se alza como el primer destino arqueológico del mundo.
Con el precio de la entrada también se puede acceder al Museo.
El Museo Arqueológico Nacional de Paestum está organizado en distintas secciones para contar la historia historia de Paestum comenzando desdeedad prehistórica y protohistórica, para continuar con el Poseidonia del período griego y hasta llegar a la Colonia romana de Paestum.
Además de la evidencia arqueológica de la excavaciones de Paestum (En el Parque Arqueológico), dentro del museo es posible admirar las metopas arcaicas del santuario de Hera ubicado cerca de la boca del Sele.
El Museo de Paestum cuenta también con extraordinarias muestras de tumbas decoradas con pinturas murales, la mayor parte de ellas pertenecientes al periodo lucanio.
La más significativa de la época griega es la Tumba del buceador, fechada en la primera mitad del siglo V a.C., y ejemplo único del arte griego con escenas figurativas.
Sus muros están decoradas con pinturas murales que recrean banquetes. Los frescos originales se exhiben en el Museo Nacional, junto con el ciclo de pinturas lucanas.
