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Bariloche, trampa para turistas. (Parte 1)

Bariloche, trampa para turistas (Parte 1)

Seguramente a muchos les sorprenda el título de la nota, pero un viaje a Bariloche no deja de ser una trampa para turistas, hermosa, pero trampa al fin.
Y donde está la trampa ?, dirán ustedes, en los precios disparatados que te cobran no solo en Bariloche, sino hasta en los traslados hacia la turística y austral ciudad de la Provincia de Río Negro, Argentina.
Vayamos simplemente a la partida desde Montevideo.
Ir en avión desde Carrasco a Aeroparque y de ahí a Bariloche me costaba unos 300 dolares aprox, en cambio haciéndolo por Buquebus + Aerolíneas Argentinas desde Aeroparque me salió poco más de la mitad.
Otra cosa que me pareció caro de entrada fueron los precios de los hoteles.
Por menos de la mitad del costo de un hotel 3 estrellas alquilé vía Booking un apartamento de 2 dormitorios a una cuadra del Centro Cívico y con vista al Lago Nahuel Huapí.
Ni hablar de los precios de una excursión comprada en cualquier agencia de viajes, son exorbitantes.
Recién empieza la nota y ya les tiré dos pìques para que ahorren en su visita a Bariloche.
Nada mal para hacer un año y pico que no hacía una nota, no ?


 Dejando Buenos Aires rumbo al sur.
El volcán Lanín es una de las vistas más impresionantes  que se aprecian desde el avión. La cordillera es toda un espectáculo, pero este gigante de 3800 metros destaca entre las demás cumbres de Neuquén.
El aeropuerto de Bariloche es pequeño para la cantidad de gente que recibe.
Las maletas se recogen rápido y en pocos minutos ya estás en la calle.
Para ir al centro no queda otra que tomar un taxi, el cual es bastante económico.

Este es el Centro Cívico, punto neurálgico de Bariloche y a pasos de donde había alquilado el apartamento.

Las calles del centro de la ciudad no son nada del otro mundo, justo cuando yo fui había muchas en reparación, lo que las deslucía notoriamente.
A un lado y otro de la Avenida Mitre, principal avenida de la ciudad hay comercios de todo tipo, desde ropa, pasando por las clásicas casas de ventas de souvenirs para turistas, hasta las fábricas de chocolate, que con sus vidrieras llenas de bombones y tabletas tientan hasta al más reticente a los dulces.

La primer visita que teníamos pensada hacer era al Cerro Catedral , el Hotel Llao Llao y Puerto Pañuelo, el llamado Circuito Chico.
En las casas de venta de excursiones el precio era de entre 600 y 700 pesos argentinos por persona y la duración del paseo era de aprox 4 horas.
Ni que hablar que la subida al cerro en las aerosillas no estaba incluída.

Decicimos hacerlo "a nuestro aire" como dicen los españoles, compramos una tarjeta SUBE, nos tomamos el Micro 20 y allá salimos.
El bus te deja prácticamente frente a la salida de las aerosillas, es comprar la entrada y subir.

Esta es la foto clásica que te sacan los fotógrafos pro que están esperando que llegues a la cima del Cerro. A mi me fotografió mi señora, así que si van solos y quieren esta tremenda postal van a tener que caer en garras de los profesionales que acechan y pagar el precio que les quieran cobrar.


En la cima del cerro se van a encontrar con un parador y estas maravillosas vistas.
Si tienen suerte y les hace buen tiempo podrán quedarse a disfrutar del paisaje durante el tiempo que quieran. También se puede recorrer el lugar por diferentes senderos, algunos de los cuales son muy agrestres, pero vale la pena la aventura.

A mi me tocó una tarde particularmente ventosa y fría. lo que no hacía muy apetecible permanecer mucho rato en las alturas.
La bajada en aerosilla es más espectacular aún que la subida porque el panorama está a tus pies.
Si tenés vértigo seguramente no será algo muy agradable , pero vale la pena sufrir unos minutitos para contemplar esta hermosa obra de la naturaleza.
Las aerosillas no se mueven mucho ya que van como en una especie de corredor entre árboles, pero un poco se mueven, no les voy a mentir  :)

Tomamos el micro 20 con destino al Hotel Llao Llao y ahí fuimos.
El hotel y su entorno son espectaculares.
Del hotel puedo opinar solo por fuera ya que no dejan entrar al turista a ver aunque sea su hall.
Algo razonable por motivos de seguridad, pero uno se queda con las ganas de verlo por dentro.
Sinceramente esta visita se puede obviar tranquilamente si estás corto de tiempo, no vale la pena.


Como el fresquete se había convertido en frío y la tarde estaba llegando a su fin dimos un pequeño paseo por las inmediaciones del Puerto Pañuelo y volvimos a tomar el 20 para regresar al centro de Bariloche.
El bus te deja a un par de cuadras del Centro Civico, el cual en la foto se fe al fondo a la izquierda.
Otra de las atraciones de la ciudad de Bariloche es este trencito que sale al costado de la Plaza del Centro Cívico. No tuve oportunidad de usarlo pero es realmente llamativo.
Al otro día vovlvimos a tomar el colectivo 20 para ir a Puerto Pañuelo.
Ahí se pueden sacar los boletos para el catamarán que te lleva a Isla Victoria e Isla de los Arrayanes.
NO ES NECESARIO CONTRATAR UNA EXCURSIÓN, vas por las tuyas, te sale más barato y la hora la decidís vos.
Una vez en el catamarán te llevan primero a Isla Victoria, donde te dan un horario para encontrarse en el puerto para salir hacia Isla Arrayanes.
El catamarán tiene un guía, pero si hay cosa que aborrezco es que me lleven de las narices de acá para allá. Antes de ir te bajás info de internet y listo.
Quedarás pronto para recorrer la Isla a tu ritmo e ir a donde quieras o puedas.
Así lo hice yo.

Entrada de la Terminal de Puerto Pañuelo.

Una vez arriba del catamarán podés optar por ir comodamente sentado en la parte inferior o subir a la borda. Cuando hace buen tiempo es la opción ideal, no lo dudes.
El paisaje es increíble.

Llegada a Isla Victoria. Una vez coordinada la hora de vuelta salí a recorrer los senderos de la Isla por mi cuenta.

Los senderos que bordean el lago son agrestres pero de fácil tránsito.
No te vas a perder porque están correctamente señaolizados.





Hay varios paradores donde podrás sentarte a descansar y a comer el almuerzo.
Te sugiero que vayas con agua y provisiones, el parador de la Isla tiene comida cara y de baja calidad.

Una vez terminado el paseo por la Isla Victoria, volvimos a subir al Catamarán rumbo a la Isla de los Arrayanes.

Luego del desembarco no queda otra que seguir un sendero hecho con tablas de madera, muy bien hecho y bien señalizado para que nadie se pierda por el camino.


Hay varios lugares en donde se pueden ver hermosos paisajes, pero ni cerca con los de la Isla Victoria.

Estos son los famosos árboles llamados Arrayanes, se pueden ver a un lado y a otro de la pasarela de madera por donde transitás rumbo al centro de la isla.
NO se te vaya a ocurrir juntar un palito porque se ite ve el guardabosque vas a tener un serio problema. 

Llegando al centro de la Isla está la famosa casita en la que según la leyenda Walt Disney se inspiró para hacer el cuento Bambi.
Hay quienes dicen que si, quienes dicen que no, y si buscás en Internet encontrarás defensores de ambas teorías.
Hoy es una especie de kiosko y cafetería donde se vende souvenirs a los turistas.


Una vez terminada la visita se vuelve al puerto para tomar el catamarán hacia Puerto Pañuelo.
Si me preguntan si es una visita de tipo "OBLIGATORIO" al ir a Bariloche les diré que lo que vale la pena es el paseo en catamarán y la visita a la Isla Victoria.
La isla de los Arrayanes es totalmente prescindible, habiendo tantos lugares para ir en Bariloche para mi es una pérdida de tiempo. Pero sobre gustos no hay nada escrito.



Lo más gracioso de la vuelta es el "show" de las gaviotas comiendo galletitas de la mano de los turistas.
Es increíble la destreza de los bichos para sacar limpita la galletita de entre los dedos de la gente sin errarle. Verdaderos aviones caza parecen en sus vuelos razantes.




Si alguien conoce a la señora de la foto ( es argentina )que le avise que vio su foto en este blog y que se contacte conmigo. Quedé en eviarle estas fotos y nunca me pude contactar con ella por correo o wassap.
Luego, al llegar a Bariloche nada mejor que ir a alguna de las fábricas de chocolate y recuperar las calorías perdidas por el intenso frío dándose una buena panzada de bonbones.



Yo como buen fanático de la pizza, preferí mandarme una familiar con hongos y peperoni regada con una rica cerveza Patagonia Weisse..... manjar de los dioses !!


Nos vemos en la segunda parte de la nota donde seguiré dando consejos y mostraré otros lugares para visitar en Bariloche y aledaños.
Si tienen preguntas o precisan datos me dejan su comentario.
Nos estamos leyendo.


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