Si es usted un lector asiduo de nuestro blog, se habrá percatado que en el último mes estamos hablando mucho del tema de la contaminación procedente de nuestros vehículos. Es un tema interesante que a todos nos debería importar, y en el artículo de hoy vamos a darle otra vuelta de tuerca.

Sabemos que hay muchos vehículos nuevos que tienen un impacto mucho menor en el medio ambiente que los de hace unos años, como por ejemplo los coches eléctricos Tesla, o los que tiene incorporado un motor de arranque eléctrico, para que no esté el motor principal de combustión funcionado cuando estamos parados en un semáforo en rojo. Si tenemos algo de dinero ahorrado quizá suene como buena idea, y ecológica, cambiar nuestro viejo vehículo por uno de estos

¿Pero es tan ecológicamente responsable esta idea?

Un artículo de “The Guardian” dice lo contrario. Aunque adquiramos un vehículo que emita menos CO2 a la atmosfera, la huella de carbono al producir un nuevo vehículo superará con creces a la reducción por cambiar a uno más “Eco friendly”.

Y es que la Huella de carbono, que se conoce como “la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto”, de la producción de un vehículo es muy difícil de  calcular.

Ténganse en cuenta todos los minerales y metales que hay que extraer, la manufacturación de todas las partes de un coche, todos los componentes adicionales fabricados con goma, tableros de plástico, pintura etc Lo que implica el transporte de mercancías por todo el mundo hasta la planta de ensamblaje. En dicha planta se procederá al montado final del vehículo y cada una de las etapas del proceso requerirá energía. A esto habría que sumarle todas las oficinas y otras infraestructuras (son sus propias huellas de carbono) que este tipo de empresas utilizan.

Lo mejor para calcular esta huella es hacer un análisis entrada-salida para dividir las emisiones totales conocidas en un determinado país entre las diferentes industrias y sectores. Con esto y sabiendo la cantidad de euros gastados en la industria automotriz se calcula una huella de 720 kg cd CO2 por cada 1000 dólares gastados.

Esto es solamente una estimación, está claro, pero es un cálculo razonable e indica que producir un automóvil de tamaño mediano (unos 35000 dólares) generará más de 17 toneladas del gas contaminante. El equivalente a 3 años de gas y electricidad de una casa media europea.

Por lo que, si usted quiere hacerle un favor al planeta intente alargar la vida útil e su vehículo lo más posible.

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