Porque no me das la razón de los tontos. Me escuchas Mejor que nadie (y sabes distinguir mi voz tranquila de mi voz angustiada), pero cuando la cago soberanamente (o analizo demasiado, o me vuelvo una loca del coño) me lo dices, aunque la verdad duela o sea incómoda. Puedo confiar en que tus consejos sean sinceros, […]
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