Desde este blog, quiero transmitir mi pésame a los padres de Diana Quer. Pienso que la perdida de un hijo, en este caso hija, es la mayor tragedia para un ser humano, máximo en la circunstancia tan vil, que ha ocurrido.

El sufrimiento que soportan los padres no es compensable con nada, ni que el autor del hecho reciba cadena perpetua, ni aunque fuera la pena capital. Ha de ser imposible borrar lo que los padres están pasando y siempre tendrán presente.

No obstante, ante tan tremendo tragedia, quiero resaltar la entereza y valentía de un hombre, Juan Carlos Quer, padre de Diana, que después de ver por televisión a la madre de El Chicle, presunto autor de los hechos, destrozada, desencajada por el llanto, llamando monstruo a su hijo. Al hijo que engendro, amamanto y paso noches en velas y días de su vida trabajando, para dárselos a él, con la esperanza de que fuera otra clase de persona y no, a la que ha tenido que llamar monstruo. Después de eso, el padre de Diana, seguramente tragando saliva, llama a la afligida madre para expresarle su solidaridad, su pena y decirle, “señora, usted no es culpable, tiene todo mi perdón.”

La valentía de verdad, el ser humano la demuestra en actos en los que, se ha de mantener la entereza.

La justicia ha de actuar con toda la fuerza, para que la ley recaiga sobre la alimaña. Pero Diana, no tendrá ninguna oportunidad más de estar con los suyos.

Por eso es importante la prevención, para impedir esos sucesos, y pienso que la única manera es la educación desde la escuela, para evitar toda clase de violencia y delincuencia.

En 1909, el poder de la burguesía, del Ejército y la Iglesia, acabo con la vida de Francisco Ferrer Guardia, por sus ideas de enseñanza y educación, concretadas en la creación de la Escuela Moderna.

Prevención, educación y justicia, ha de ser lo que acabe con la violencia.

Un abrazo entre el dolor a los padres de Diana Quer.