Mejores cosas que ver y hacer en Alba en la región Piamonte. Provincia de Cuneo, zona de las Langhe.

Alba es la perla de la extraordinaria área de Langhe, en la provincia de Cuneo, región Piamonte. La localidad está ubicada en una zona predominantemente montañosa.

El Centro histórico de Alba conserva todavía una estructura medieval, de planta casi circular y las características casas-torre. Es la capital económica y cultural de las Langhe, el nombre de las típicas cordilleras que dan un aspecto inconfundible a las colinas entre los valles de Tanaro y Bormida.

Habitada ya en la prehistoria, como atestiguan los hallazgos de una villa neolítica, se convirtió en un importante asentamiento romano conocido con el nombre de Alba Pompeia que le atribuía el cónsul Gneo Pompeo Strabone antes de convertirse en la «Ciudad de los Cien Torres «: eran tantas las dispuestas entre el ‘300 y el’ 400 a lo largo de las murallas que protegían la villa, un patrimonio medieval del que quedan pocos restos. Solo tres torres se conservan en casi perfecta forma en el casco antiguo de Alba.

Alba se encontró en el lúgubre vórtice de la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose rápidamente en uno de los escenarios de enfrentamiento entre partisanos y ocupantes nazis en el oscuro período de la Resistencia, narrado por los escritores Cesare Pavese y Beppe Fenoglio, para de quien nació Alba en 1922, dedicándole posteriormente la asociación del mismo nombre Centro de Estudios de Literatura, Historia, Arte y Cultura onlus. La ciudad, gracias a las valientes hazañas de sus habitantes, se ha ganado la Medalla de Oro al Valor Militar, honor que luce con gran orgullo en el estandarte.

Qué visitar en el centro de Alba: la ciudad la pueden visitar con facilidad, tiene calles largas y grandes plazas, entre las que destaca Piazza Savona, un lugar de encuentro elegido presidido por elegantes palacios y hay muchos clubes y restaurantes, algunos de los cuales históricos.

En la Piazza Risorgimento se encuentra la Catedral gótica de San Lorenzo, ya presente en el siglo XII con su campanario. En la fachada se pueden admirar los hermosos portales románicos, el icono de San Lorenzo creado por Luigi Cocchio en 1878.

Internamente presiden la espléndida pila de agua bendita de 1503 y los ocho altares que adornan la sala. Frente al coro de madera con los 35 asientos incrustados está el lienzo que representa el Martirio de San Donato, mientras que en la bóveda está la escena del profeta Elías ofreciendo su manto a Sant’Eliseo. Pasando a la sacristía, admire el valioso bajorrelieve con la Virgen y el Niño, San Juan Bautista y San Juan Apóstol, obra de 1507. Por último, se requiere una visita al sótano de la iglesia, donde se encuentran los cuerpos de los obispos descansan en la Catedral.

La plaza acoge todos los sábados el gran mercado de Aleramic, el último fin de semana de mayo es el turno, de nuevo en este lugar, de la Feste Fiorite, que ofrece conciertos y diversas representaciones de danza y teatro.

Via Vittorio Emanuele II. Es la antigua «vía Maestra», con edificios y decoraciones medievales y renacentistas, incluidos los palacios Belli y Serralunga, Casa Fontana. También merece la pena visitar la Piazza Umberto I, antes Piazza Savona, con las avenidas que rodean el centro según el trazado de las murallas romanas, de las que quedan algunas ruinas.

Alba también incluye el Teatro G. Busca, inaugurado en 1855 y hoy utilizado como lugar de reuniones, conferencias y representaciones de diversa índole. Volviendo a la arquitectura religiosa, es presagio de otros ejemplos eclesiásticos, claramente menores en comparación con la citada Catedral, pero significativos: incluye la Iglesia de San Domenico del siglo XIII, la Iglesia de Santa Caterina, el Templo de San Paolo pero también el Iglesia de Cristo Re y la de los Santos Cosma y Damiano, junto a muchos que se enfurecen dócilmente en el casco urbano.

No se puede perder el Museo Arqueológico y de Ciencias Naturales “Federico Eusebio”. Ha expuesto cerca de 1500 piezas (herramientas, hachas, hachas en piedra pulida, cerámica) del Neolítico, de bronce y hierro hallados durante las excavaciones del siglo pasado y que atestiguan la importancia del asentamiento existente en la era prehistórica en el entorno del actual centro habitado. También alberga material de la época romana como lámparas de aceite, mobiliario funerario, urnas cinerarias, monedas, diversas cerámicas de Campania, Arezzo, itálica, sur de la Galia.
Eventos, ferias y demostraciones Entre los eventos recordamos en primer lugar la feria de la trufa. Tiene lugar desde el primer domingo de octubre hasta el tercer domingo de noviembre. Creado en el período entre las dos guerras por el hotelero Giacomo Morra, tiene fama internacional. Está dedicado a la trufa blanca o trufa de Alba, especialidad exclusiva de la cocina italiana, que tiene su ámbito principal en el Piamonte y sobre todo en los bosques de las Langhe. Es identificado y desenterrado por los «trifulau» (coleccionistas), que lo comercializan en la feria. Puede valer hasta 300-400 euros por hectogramo. Crece a principios de otoño y hasta que caen las primeras nevadas. El evento está anticipado por el Palio degli Asini.

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