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La forma de comer chifa a precios módicos



Mi intención al buscar a Estonboi era simplemente la de conversar, pese a la hora y al gruñido de mi estómago. De hecho, si esa hubiera sido la intención, igual se vería obligada a contentarse con la frustración.



Para dos compinches semiprofesionales, no hay lugar mejor que un chifa. De hecho, el monólogo encontraba un mejor escenario en una mesa de estas, donde uno habla, frunce el ceño, gesticula, y el otro deja enfriar un poco su sopa wantan, luego comienza a comer mientras escucha:



- ...mira como se porta esta cojuda, como una drogadicta inmadura, carajo. Yo te apuesto que si yo fuera uno de esos drogadictos con los que solía KAS, lo contaría como si algo buenazo le hubiera pasado, pero no, quien agarró como un caballo fui yo, su buen amigo que no es drogadicto. Osea, a la mierda conmigo... tú sabes, Estonboi, que una mujer se merece un trato directamente proporcional a su percepción de tí como un hombre, ¿verdad? Aparte, son condenados siete años de aguantar sus problemas, sus aburridas historias con artistas, esquizoides, peperos, drogadictos, de chequear como se pone cuando no toma su pepa, de escuchar los problemas de mierda en los que ella misma se mete, y de ponérsela cuando sabe que nadie más quiere hacerlo...



- ¿Te la KAS? ¿En serio? - Dijo Estnboi, paralizando su faena con el fideo chino -.



- Claro que sí, dos veces. ¿Ves que eres disperso, que no prestas atención? Eso sólo le pasa a los drogadictos.


- Ya huevón, controla tu ira - dijo, sonriendo mientras terminaba de tragar, como quien ve un berrinche de niñato -. Contrólate, no uses esa frase, "prestar atención", que es de discusión de maricas. Te pones tan hembrita, que no te entiendo, si te la tiraste, ¿por qué te quejas?



- ¿Y por qué entonces sí, y ahora no? Osea, un drogadicto le dice que se ve más delgada y ya, se computa el último estornudo de chancho, y encima me manda a la mierda, ni siquiera es un poco amable o tiene algo de gratitud...


- Ya, ya, para, has utilizado la palabra "drogadicto" como seis veces en tres minutos. Ni siquiera es tan buena, es tan mediocre que no te has enamorado de ella...



- Es mi KAS, vivo en una sociedad que protege la propiedad y otros derechos afines sobre los bienes. Y sí, carajo, tienes razón, ¿cómo enamorarse de ella? ¡Si ha contado su versión de la historia entre sus amigas más KAS! En realidad, soy una amenaza no drogadicta para ella...


- Puta, que rica esta sopa, RR. Pide un menú nomás, ya sé que no has fumado, pero las amarguras con wantan al toque se van... y hablemos de cosas ricas, puta, este chijaukay les ha salido bien...



- ¿Te has dado cuenta que casi siempre, las hijas de los dueños de los chifas son chinas buenotas?



Ambos miramos hacia el mostrador del chifa. Era una figura evidentemente mestiza, de cabello negro muy largo, clásica característica facial asiática a excepción de occidentalizada nariz y una figura cuya peruanidad en formas nos hacía pensar en que la comida peruano china colabora tremendamente en el desarrollo de la belleza.



- Oe, es cierto, otro día hay que ir al chifa que está por mi jato, falta saber a que hora le toca estar ahí a la china esa - sugirió Estonboi, picaresco -.


- Si tú fueras yo, a estas alturas ya sabrías vida y milagros de ella - mirando de reojo el plato de Chijaukay de Estonboi.



- ¿Y qué es de Lula?



- Que será, no le hago mucho Caso a las mujeres que no me Hacen Caso...


- Sí te hace caso.



- Si yo fuera tú, me creería enterito ese cuento. Que todas las chicas del Sansil me hacen caso, que me hacen caso a mí, pero salen con patas pitucos, y luego...


- ¿Qué es de ella?



Vi una doble oportunidad, y no la desaproveché.



- ¿No sabes? - Le pregunté, ocultando una sonrisa burlona con mi mano -. ¡Está embarazada! ¡Y ese hijo no es tuyo!


Estonboi se quedó callado, sin saber que decir, que sentir y como asimilar. Sabía lo que sentía, era algo similar a lo que sentí cuando me dijeron que Fabiola de la Cuba tiraba con Yehude Simon, o que Ellen DeGeneres era lesbiana, esa sensación de que el campeonato estaba definitivamente perdido (si eso era jugar un campeonato, claro).


- ¿Qué pasa? Tu chaufa se va a enfriar.



- No quiero comer - indicó Estonboi, tapándose la cara y riendo nerviosamente -. No quiero, no puedo creerlo, por dios...



- Sí, es madre - confirmé, muy periodísticamente -. Mientras tú y miles de fanáticos más planeaban como llegar a ella, la mujer más popular de la facultad quedaba preñada de un joven gerente de no sé donde, confirmándole a sus seguidores lo ya conocido: Ella nunca será suya.



- Puta madre, puta madre...



- Eston, ¿no vas a comer? Queda bastante en tu plato...



- No, no quiero comer...


Pedí mis propios cubiertos, una botella de agua y no pude evitar reir con la reacción de Estonboi. El Chijaukay estaba mejor de lo que esperaba, ideal para conversar con la chica del mostrador, mientras Estonboi confirmaba que jamás podría ganarse la Tinka. Quise animarlo de todos modos, estuvo tan cerca de campeonar como de ganar la Tinka con una sola jugada.



- Tú sabes Estonboi, no hay muestra más sincera de aprecio hacia una persona que el deseo sexual hacia ella. Puedes pensar que soy un terrorista por pensar así, pero vamos, Lula Vía y Rada no era sincera contigo, lo hubiera sido se te hubiera conocido...



- Sí.



- Ya, por favor, tenemos más de 20 años, estamos un poco grandes para eso. Este Chijaukay está buenísimo, cuando paguemos la cuenta, perseguiremos realidad, ya no tendremos que sufrir por los hijos de otros, sino vivir y triunfar por nuestros propios hijos, o en el caso de Konrad, huir...



Un vídeo esencial de mi etapa semiprofesional y mis paseos hacia INDECOPI. Mi reino por una camisa como la que usa Cerati en este vídeo.


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