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Confesiones de Leonard Cohen

-“…entonces lo que quería era ser un héroe tipo Superman o Capitán Trueno”.

-“El caso es que me dispuse a viajar a Nashville, pero en el camino pasé por Nueva York y entré en contacto con el movimiento que formaron Joan Baez, Bob Dylan y demás. Empecé a escribir mis canciones”.

-“Yo era al menos diez años mayor que toda aquella gente. ¿Rebelde? No, siempre tuve la sensación de que ninguna de aquellas causas era lo suficientemente radical. Me parecían limitadas a modelos establecidos, y yo luchaba contra cualquier modelo”.

-“…¿podían pensar los hippies que serían objeto de ridículo para una generación? ¿Con lo autoconscientes y orgullosos que estaban de haber dado pasos valerosos y seguros para encontrarse a sí mismos dentro de una sociedad inamovible? ¿Con los riesgos, las opciones, la marihuana que fumaron, el ácido que consumieron? ¿Pensaron alguna vez que se mofarían de ellos, como si fueran dibujos animados? No. Y así es, con cada generación. Hay un dicho: “Aquel que se casa con el espíritu de su generación será viudo en la siguiente””.

-“Creo que el ser humano Debe defender sus creencias contra viento y marea. Cualquiera que sea la postura que él cree que debe adoptar debe hacerlo. Si cree que debe luchar debe hacerlo y si cree que debe esconderse también. Esa es mi postura política; pura cuestión de supervivencia”.

-“Hubo un momento, concretamente en la época que estuve en Cuba, en que declaré que estaba profundamente interesado por la violencia. Luego, cuando pude comprobar lo que era, decidí que quería evitarla a todo precio”.

-“Mucha gente dice que no sé cantar. Y he considerado estas opiniones muy seriamente. Hubo un tiempo en que llegué a la conclusión de que no sabía cantar, pero que sabía hacer otra cosa, llámalo cantar o como quieras, pero hay algo en la voz que es verdadero y que es auténtico. Y así continué”.

-“Tuve problemas con “The Partisan”en Madrid, se suponía que tenía que grabarla en un estudio de televisión. Llegué alli, y me encontré con que habían preparado un decorado y habían contratado cuatro muchachas en minifalda… tenían que cantar la canción y yo moverme entre el decorado… Le dije al productor que yo no podía trabajar bajo esas condiciones. No creía apropiado tener a esas muchachas.., que por otro lado eran preciosas, que les pedía disculpas, pero que no podía cantar de esa manera. El productor me dijo que “o cantaba en este decorado o que no cantaba”. Me fui y no canté”.

-“En nuestro tiempo, ciertos mecanismos espirituales que eran útiles se abandonaron y olvidaron. Redención, arrepentimiento, resurrección. Todas esas ideas se tiraron por el inodoro. La gente desconfía de la religión y de todos los mecanismos redentores que son útiles”.

–Sobre el disco “Death Of A Ladies’ Man”
-“No puedo soportar el oírlo. Lo odio. Pero hay algo sobre esto que no quiero reconocer. Quizás es bueno, pero no es algo que comprenda. Fue un experimento no sé ni como entré en esto… es decir… te encuentras en ciertas situaciones y para cuando te quieres dar cuenta no sabes cómo has llegado a ellas”.
–En una entrevista que te hicieron en “Rolling Stone”, tu decias sobre Phil que “él no quería ninguna otra sombra en su oscuridad”…
-“No lo he visto desde que salió el disco. No lo vi cuando se hicieron las mezclas. El se llevaba las cintas de cada sesión a su casa. Tuve la oportunidad de confiscar legalmente las cintas y poder remezclar todo de nuevo, pero tampoco lo podía hacer porque era su música de todas maneras. Nunca debí hablar con Phil, fue una equivocación”.

-“Mi voz empezó a cambiar hacia el ‘82. Se ha hecho más profunda con los años y parece que seguirá ese camino. Pensaba que era por los 50 mil cigarrillos y varias piletas de whisky. Pero dejé de fumar hace algunos años y se sigue profundizando”.

-“”If It Be Your Will” realmente es una plegaria. Y “Hallelujah” tiene ese sentimiento. Muchas otras: “Dance Me to the End of Love”, “Suzanne”. Me gusta la música de las iglesias, las sinagogas, las mezquitas”.

–Es difícil de creer que descarte versos…
-“La cuestión es que antes de descartarlo tengo que escribirlo. Los versos malos toman tanto tiempo de escritura como los buenos. Como se dijo alguna vez, es tan difícil escribir una mala novela como una buena novela. No puedo descartar un verso antes de escribirlo porque la escritura del verso produce las delicias o intereses o facetas que atraparán la luz”.

-“Creo que las canciones son, en primer lugar , para el cortejo. Para encontrar a tu compañero. Para cosas profundas. Para conjurar el amor, para curar noches rotas, y para ser el acompañamiento central en los retos de la vida”.

-“Las canciones siempre significan algo para alguien. La gente seduce, encuentra a sus esposas, tiene hijos, lava los platos; la gente vive el día a día, y los acompañan canciones que podemos encontrar insignificantes. Pero su significado se afirma por ellos. Siempre va a existir alguien que afirme la importancia de una canción al tomar una mujer entre sus brazos, o al pasar la noche. Eso dignifica a las canciones. Las canciones no dignifican la actividad humana. La actividad humana dignifica a las canciones”.

-“La respuesta más particular puede ser la más universal”.

-“Cuando todo te falla, cuando no encuentras una salida ni siquiera en la religión, el amor se convierte en un clavo ardiendo al que aferrarse”.

-” Simplemente me gano la vida, educo a mi hijo, trato de hacer mi trabajo lo más claro y mejor que puedo, trato de no hacer daño a nadie. Es lo que puedo hacer, yo no tengo una estrategia, o un plan para hacer las cosas mejor…”.

-“Aún espero cosas de la vida. Pero las espero de la misma manera que espero flotar cuando entro en el Océano. Si entras correctamente en el agua, no te hundirás. Lo mismo que en la vida, si entras correctamente… bueno, hay veces que tragas un poco de agua, pero hasta que mueres, el Océano te soporta perfectamente, y la vida te soporta perfectamente también”.

-“Entré en el monasterio después de publicar mi último disco, en 1993. Me acercaba a los 60 años y mi viejo profesor y gran amigo (el maestro Roshi) estaba a punto de cumplir los 90. Pensé que no le quedaba mucho tiempo, que tal vez a mí tampoco, y creí que era el momento de reforzar mi unión con él, de estudiar más a fondo sus enseñanzas. Entonces me hice monje. No fue porque estuviera buscando otra religión, no; yo estoy contento con mi propia religión. La vida allí arriba no es una vida religiosa, sino de trabajo duro y de estudio”.

-“No buscaba una elevación espiritual, sino una solución a la presión de mi vida, y me daba igual si eso pasaba por la religión, la cocina o la filosofía. Pero no conseguí entender el concepto budista, me canso intentándolo”.

-“Después de un cierto período, empecé a sentir que mis conocimientos habían llegado a un punto determinado y tuve una revelación: me di cuenta de que no tengo talento para los estudios de religión. No creas que me sentí contrariado, sino aliviado, relajado: ya no tenía que estudiar más”.

-“…Yo nunca he sabido realmente de dónde viene mi estado depresivo, pero tiene que ver con un alejamiento de mí mismo. Ha sido el motor, el mecanismo determinante que me ha hecho tomar toda actitud en la vida: he vivido tratando de evitarla, de escapar de ella, de entenderla, de manejarla”.

-“He buscado en todas partes, en la Cienciología, en el Zen, en el sexo, en las drogas, pero ninguna de esas actividades me proporcionaba el equilibrio que buscaba. Así, hasta que dejé de buscar”.

Al fin parece que encontró el equilibrio en su vida. Quizás no sea más que una parada en una tranquila estación del camino. Si el tren vuelve a ponerse en marcha siempre habrá pasajeros esperando para subir.



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