Pablo Alborán es ese músico capaz de convertir su álbum en el más vendido del año habiéndolo sacado en noviembre. Ese artista capaz de vender más de 100.000 copias siendo el único en conseguirlo. Ese compositor capaz de mantener el éxito aun habiendo hecho un parón en su mejor momento. Alborán retoma su carrera por la puerta grande, con un disco que augura un éxito de números uno y una gira con la que llevará «Prometo» por ciudades en las que ya ha colgado el cartel de entradas agotadas.
–Dos años ausente, ¿qué hizo durante ese pausa?
–Primero, limpiar mi nevera (risas) y ocuparme de mis Cosas. Gestionar mi vida, ver cómo esta mi gente, y volver a casa.
–¿Cuál fue el detonante que le hizo volver?
–Componer el disco. Cuando me senté a escribir y ví que salían cosas dije: «Esto lo quiero enseñar», porque cuando paré no tenía ganas de nada.
–¿Cómo se lucha contra la «piratería» y las plataformas «online» como Spotify?
–He intentado todo lo que estaba en mi mano para fomentar la venta legal, pero hay que regularlo. También debemos adaptarnos a los tiempos, hay que evolucionar, el formato cambia.
–Un parón tan largo y sus fans siguen siendo fieles...
–Me desvivo por mi trabajo, y cuando sale bien... es como un sueño multiplicado por dos.
–¿Cómo espera la gira?
–Que se estén triplicando los sitios es una pasada, estoy muy agradecido. Va a ser un espectáculo que merecerá la pena.
–¿Cree que Amaia es la justa ganadora «OT»?
–Al principio aluciné con Amaia, pero luego ví a Aitana y me enamoró. Y Alfred es un tipazo, educadísimo, respetuoso, humilde, me ha escrito dándome las gracias por el apoyo, veo que está pendiente de todo lo que pasa, está muy alerta y eso mola.
–¿Ve a Amaia y Alfred ganando Eurovisión?
–Me parecen fantásticos y la canción dicen que no es eurovisiva, pero me da igual, me parece bonita. Voto por hacer música y que en el escenario haya magia. No hace falta ni que se besen porque son mágicos de por sí.
–¿Se ve representando a España en Eurovisión?
–No, no me gusta competir. Aunque ganes también hay cosas malas, prefiero que no.
–¿Qué consejo les daría?
–Que creen carrera y no hagan de esto un momento. Ojalá les ayuden a crear cimientos. Son músicos, yo les veo componer y eso es muy difícil de encontrar.
–¿En qué se inspira usted?
–En todo, veo una silla y pienso que no me dice nada, pero luego me pongo a componer y ya...
–Compare al Pablo Alborán de ahora con el de los inicios.
–No sabía decir que no a muchas cosas ni a mí mismo. Ahora sí.
–Si tuviera que elegir un artista con el que colaborar...
–Rosalía o Miguel Poveda. Quiero Colaborar con lo más extremo y moderno que exista. Las puertas están abiertas.
–Han salido casos de abusos también en la música...
–Hay que denunciarlo. La gente que dice que ahora todo el mundo ha sufrido abusos, pero, y ¿si es verdad? No nos damos cuenta de lo grave que es.
–¿Y respecto a las campañas como la del #MeToo?
–Si me hubiera pasado a mí, ¿quién es nadie para callarme? Que no solo sea por quedar bien y por poner tu cara, aunque sí hay que manifestar empatía.
Fuente: La Razón.
