La Policía de Detroit desarrolló un informe, informando sobre cómo fueron las últimas Horas con vida del cantante. Según el reporte, fue el guardaespaldas Martin Kirsten quien encontró el cuerpo del artista, pasada la medianoche, en el baño de su habitación en el hotel MGM Grand Detroit, "con sangre en su boca y una banda roja alrededor de su cuello". Este mismo funcionario quien lo vio por última vez vivo, ya que arregló su computadora y le dio dos pastillas de Ativan, el medicamento que usaba para combatir la ansiedad, cerca de las 23:30 del miércoles 17.

Antes de eso, Vicky, la esposa de Cornell, habló con él momentos después de terminar su concierto con Soundgarden. En dicha llamada, la conversación se tornó dificultosa, pues expresó en reiteradas ocasiones "estoy cansado", terminando la comunicación de forma abrupta. Preocupada, alrededor de las 00:15 pidió al guardaespaldas que revisara si todo estaba bien. Este, al no recibir respuesta del artista, forzó la puerta de la habitación. Antes de la 1 de la madrugada llegaron los paramédicos para el proceso de reanimación, pero ya era tarde: Chris Cornell fue declarado muerto a las 1:30 de la madrugada.