Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Un ídolo es para siempre (Episodio 2)

La gira "Un ídolo es para siempre" de Guillermo Dávila, que continuó su recorrido en dos ciudades más de Venezuela, Pampatar (Nueva Esparta) el 13 de marzo, y Acarigua (Portuguesa) el 14 de marzo, ha resultado para mí el más caótico y quizás agridulce tour en el que he participado.

Las condiciones en las que hemos tratado de trabajar son reflejo de la situación en la que se ha sumergido mi país, una de compleja inestabilidad, quebrantable ética, casi insorteable mediocridad, difícil rentabilidad, y agobiante incertidumbre. La eficiencia y la calidad de un espectáculo que se intenta llevar por varias ciudades, se ven amenazadas constantemente por factores culturales y económicos en creciente deterioro.

Pero seguimos haciendo el esfuerzo, aun sin saber si llegaremos a completar todas las fechas, así se posterguen o cancelen a último momento, así las circunstancias nos obliguen a presentarnos con lo mínimo necesario en tarima, así sea imposible viajar al exterior porque simplemente no hay vuelos disponibles en esta especie de aislamiento y autosecuestro al que hemos llegado los venezolanos. Y seguimos subiendo a escena con el ánimo recargado a plenitud a pesar de las largas horas en aeropuertos y carreteras, la alimentación a deshora, los breves instantes de descanso.

¿Por qué? Porque es incomparable la emoción que se siente al estar frente al público. Esos minutos son intensos, nos llenan el alma, nos hacen sentir útiles como gente que brinda distracción y algo de inspiración. Son orgasmos mentales, catarsis colectiva que nutre, terapia de grupo que nos hace sentir más vivos. Es como enamorarse a primera vista, sentir las mariposas en el estómago, hacer el amor y procrear, todo a la vez. A la tercera o cuarta canción en cada concierto, todo lo malo se olvida, se supera con acordes, canto y aplauso.

Algo bueno también es que, como compañeros en esta aventura, nos toca compartir mucha charla que nos acerca más como personas. Si bien a menudo caemos en la descarga política, la mayor parte del tiempo hablamos de anécdotas musicales y nos reímos con montones de chistes necesarios. Por cierto, en estas fechas reímos también por algo que nos pareció muy ridículo: ver ejercicios tácticos militares en varios poblados para supuestamente prepararnos de una invasión estadounidense.

Por esas cosas preferimos reír más que llorar, porque esos golpes de realidad preocupan y desaniman; nos recuerdan que mi país está mal y que lo que estamos haciendo como músicos es algo muy, muy afortunado.

La foto de arriba la tomé durante el show en Pampatar. Fue en un gran salón del Tibisay Hotel Boutique, completamente lleno de gente entusiasta que pacientemente esperó mientras superábamos un desperfecto técnico en el escenario. Ahí vimos a una dama de altísima estatura que saltó de repente sobre Guillermo para robarle un beso, y a otra que hizo lo imposible para hacerle llegar un cuadro que había pintado de él.

Después de ese concierto, dormimos unas tres horas y nos preparamos para volar de vuelta a Maiquetía, donde nos encontramos con Marycel González y Mariana Serrano (nuestras coristas) para irnos todos por tierra a Acarigua, a unas seis horas de distancia. De nuestro concierto ahí, es la foto a la izquierda, frente a un público que plenó el Salón Europa con energía vigorizante y mucho pulmón para cantar cada tema junto a nosotros. Aquí también saltó la fan impulsiva que, tratando de esquivar el personal de seguridad, terminó cayendo en escena, tumbando la guitarra de Guillermo y derramando agua que un par de asistentes tuvo que secar a toda velocidad. Y aquí nos fue de maravilla acompañando en vivo a Colina por primera vez como abreboca al espectáculo. Todo fluyó mágicamente.

Hay más fotos de esta experiencia que pueden ver en mi fan page en Facebook. En un próximo episodio, les contaré un poquito más sobre esta minisaga musical. Por ahora, me voy a tomar otra dosis de acetaminofén contra este resfriado que me invadió y a descansar para otro concierto mañana. Se les quiere.
____________
Notas relacionadas:
  • Un ídolo es para siempre (Episodio 1)
  • Un ídolo es para siempre (Episodio 3)
  • Un ídolo es para siempre (Episodio Final)
  • De cuando salí de gira con Santa Claus
  • De cuando grabé una canción viendo a Nicolás Maduro
  • 48 horas como músico de Guillermo Dávila (Parte Uno)
  • 48 horas como músico de Guillermo Dávila (Parte Dos)
  • De cuando Guillermo Dávila se afeitó en mi baño


This post first appeared on La Nota De Luiser, please read the originial post: here

Share the post

Un ídolo es para siempre (Episodio 2)

×

Subscribe to La Nota De Luiser

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×