Una encuesta de la Sociedad Española de Obesidad muestra que el bajo nivel educativo y de ingresos acrecienta la mala alimentación y el sedentarismo

Los efectos del largo Confinamiento por el coronavirus se van conociendo poco a poco, y en muchos casos en forma de empeoramiento de la salud. El 44% de los españoles ha aumentado de peso durante los meses del confinamiento (en un 73% de los casos, entre uno y tres kilos) debido a una peor alimentación y a la falta de ejercicio físico, según una encuesta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) publicada este martes. El trabajo destaca que la mitad de la gente desconoce que estar obeso empeora el pronóstico en caso de contraer coronavirus y constata que el Bajo Nivel Educativo y de ingresos acrecienta las posibilidades de padecer sobrepeso.

El estudio, realizado a mil personas mayores de edad en todo el territorio nacional, muestra que un 18% de la población reconoce que su forma de comer ha sido picotear continuamente (tasa que asciende hasta el 44% en jóvenes de 18-24 y hasta el 70% en personas sin ingresos); mientras que más de la mitad admite que comió más de tres veces al día mientras no podía salir de casa. Ha habido un incremento en el consumo de bebidas alcohólicas (un 45% en la población general y un 55% de los obesos) y de productos de bollería (un 46,7% en la población general y un 55,8% en los obesos). En un 40% de los casos, los encuestados tuvieron más sensación de hambre por la ansiedad y el aburrimiento de la situación.

La otra pata de la obesidad es la falta de actividad física. Así, el 56% responde que hizo menos ejercicio durante el confinamiento, aunque también hay un 18% que realizó más actividad. En cuanto al sedentarismo, más de la mitad de los encuestados pasó más de cinco horas sentado a lo largo del día, mientras que el 30% consumió más de cinco horas de televisión diarias.

“El confinamiento ha producido un deterioro de la salud en cuanto a obesidad”, explica Francisco Tinahones, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y jefe de servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga. “Quienes han llevado a cabo hábitos menos saludables de alimentación y de actividad física tienen en general un nivel socioeconómico y educativo más bajo”, continúa. “Esto tiene que ver con muchos factores. Por ejemplo, los alimentos más sanos son más caros, mientras que los más insanos —ultraprocesados o con muchos azúcares— suelen ser más asequibles”, añade. Esto se traduce en que el 77% de las personas sin ingresos reconoce haber subido de peso durante el confinamiento, un guarismo que baja al 43% en las personas con ingresos superiores a 2.000 euros mensuales.

El médico también alerta sobre los problemas que conlleva el sobrepeso para quienes contraen el coronavirus. “El sujeto obeso tiene más riesgo de morir por coronavirus, más riesgo de ingresar en la UCI y de necesitar ventilación mecánica, porque esta patología dificulta la función respiratoria. Y eso, en una infección respiratoria como la actual, se acompaña de un mal diagnóstico”, apunta Tinahones.

En la encuesta, realizada a finales de mayo y principios de junio, preguntaron a los ciudadanos si conocían este riesgo. “Los que respondían afirmativamente son los que menos peso han ganado. Por eso hay que estar bien informado de que la obesidad no es un problema estético, sino que te puede complicar la vida, hace que la población tenga más cuidado a la hora de alimentarse y de mantener una actividad física. La población de menor nivel educativo no tiene un acceso a la información de la gravedad que supone estar obeso”, señala el presidente de la Seedo.

La sociedad aconseja evitar alimentos y bebidas dulces con gran cantidad de azúcares, reducir o evitar el alcohol y los alimentos ricos en grasas o procesados, además de incrementar el consumo de fruta y verdura. En cuanto a las personas con exceso de peso, la Seedo les recomienda que acudan a profesionales para tratar la obesidad como una enfermedad, con el establecimiento de una dieta adecuada, ejercicio físico e incluso fármacos o cirugía si fuera necesario. “Igual que hemos tomado en serio el coronavirus, hay que saber que si viene un nuevo rebrote y te pilla con kilos de más va a empeorar tu pronóstico. Perder kilos, aunque sean pocos, cambia nuestro organismo para estar más fuertes ante un contagio”, resume Tinahones.

Fuente ELPAÍS

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