Es un término referente a las enfermedades sin explicación que manifiestan los veteranos de la Guerra del Golfo a través de síntomas como fatiga, dolor en el sistema músculo-esquelético, erupciones cutáneas y diarrea intermitente como consecuencia de la exposición a sustancias químicas. Éstas pueden ser gas neurotóxico, bromuro de piridostigmina, humo proveniente de los incendios de las refinerías de petróleo, pesticida, uranio agotados o solventes y líquidos corrosivos. A veces también resultado de armas químicas o de los procesos de reparación y mantenimiento de sus equipos.
El síndrome incluye síntomas psicológicos como trastorno del estrés postraumático e incremento en el índice de otros padecimientos psiquiátricos. De acuerdo con el Colegio Estadounidense de Medicina Ambiental y Ocupacional, al menos 12% de los excombatientes reciben alguna forma de compensación ya que sufren discapacidad por el síndrome de la Guerra del Golfo.