BRECHANDO
17-02-2023
Antonio Quevedo Susunaga
El Presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, nos sorprendió positivamente cuando hoy en la Mañanera adelantó la posibilidad de demandar al abogado defensor de Genaro García Luna, por “daño moral”, al mentir o inventar que había recibido 7 millones de dólares del narco, en apoyo a su campaña, un dato totalmente falso.
Esta decisión sentaría un extraordinario precedente debido a que políticos extranjeros y de México se cuidarían, en no incurrir en actos de “difamación o calumnia, que se traducen en un daño moral para las personas que son ofendidas.
Esta misma regla es válida para aplicarla a los periodistas, que no tienen ningún derecho, por el simple hecho de ser periodista, de difamar o calumniar o dañar a una persona, sea político, funcionario público o ciudadano común.
El mismo presidente López Obrador consideró destinar el dinero que resultara para hacer actos de beneficencia pública, cuestión que me parece extraordinario.
En mi calidad de periodista, estoy de acuerdo con el presidente en esta decisión, porque con mucha facilidad se miente, se inventa, se altera información que provoca grandes daños morales y públicos, como fue el hecho de este comentario desafortunado, pero a la vez, expresado con toda intencionalidad de dañar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En principio, el debería demandar en su calidad de presidente de México, no de Andrés Manuel López Obrador, porque el daño es a la investidura que representa a todos los mexicanos.
Es fundamental sentar un precedente en esa interrelación con otros países, en este caso con las autoridades de Estados Unidos, dado que los hechos se presentaron en una Corte de Justicia de los Estados Unidos, que por la gravedad del juicio tiene un alcance de difusión mundial. Este no es un daño menor.
Y valoro esta decisión porque tuve una experiencia parecida, no de esta magnitud, pero con el daño moral a mi persona y a mi familia, razón por la cual, acudí a los tribunales.
Y me refiero a la demanda que presente en contra del entonces presidente municipal de Culiacán, el panista Sadol Osorio por haberme “difamado, calumniado y dañado moralmente, al parecer declaró al periodista Ismael Bojórquez, que “un servidor cobraba en el Ayuntamiento, siendo jefe de Información del Periódico Noroeste. Este escrito mentiroso de Ismael Bojórquez lo público el periódico Noroeste en la primera planta.
Después de una profunda investigación del entonces presidente de la Comisión de los Derechos Humanos, el abogado y ahora notario, Jaime Cinco Soto, quien hizo no un documento jurídico, sino un tratado de mi caso, que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que presidía la doctora Mireille Roccatti, valoró y ordenó al Ayuntamiento Culiacán, me ofreciera una disculpa pública y el pago de una sanción económica por el daño moral.
El hacer declaraciones al calor de las molestias, coraje, enojo en contra de alguien, que termina dañándolo moralmente debe ser castigado, como en este caso del Juicio Internacional contra Genaro García Luna, lo pretendieron hacer contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, que en esta ocasión es el presidente de México, pero pudo haber sido contra un periodista que cubre este juicio, una persona de la sociedad civil o alguna autoridad.
Con esta demanda que pretende presentar López Obrador, dejaría un extraordinario precedente, que los mismos periodistas en México que se dedican a mentir, difamar y calumniar tendrían que tomarlo como referencia, como también muchos políticos opositores.
Las autoridades y los tribunales deben ser los principales respetuosos de las normas legales, del respeto a los derechos humanos y evitar incurrir en difamaciones o calumnias.
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