Les sobra el dinero, pero no el buen gusto. ¿Cómo se atreven a mancillar auténticas joyas rodantes como son los superdeportivos que les mostramos con pinturas y adornos tan horteras? Comprueben de qué estamos hablando.
- Lamborghini “Swarovsky”. Encabeza el post el coche de la youtuber rusa Daria Radionova, un precioso Lamborghini Huracán rojo cubierto por más de un millón trescientos mil cristales de Swarovsky incrustados en su carrocería engarzados a mano.
Desconocemos el precio de tal “hazaña” pero no es la primera vez que lo hace: en 2014 ya “tapizó un Mercedes CLS 350 con un millón de estos cristales.
- Ferrari F12 Berlinetta. Procede de Qatar y es propiedad de un chaval de 15 años, Rashed Saif Belhasa, sin carnet de conducir (ni falta que le hace) que recibió este regalo de su padre, un magnate de la construcción. Se trata de un maravilloso Ferrari F12 Berlinetta con un estampado geométrico efectuado con repeticiones del logo de Louis Vuitton.
Al parecer, ya se ha cansado de él y lo ha puesto a la venta por unos 160.000 Euros.
- Ferrari F40. Tiene el dudoso honor de ser el único Ferrari F40 verde del planeta, ya que la fabrica de Maranello sólo utilizó el rojo, el amarillo o el negro para pintar las 1.300 unidades fabricadas de este modelo.
Su dueño, Eugenio Amos, quiso darle un toque retro “british style”, algo que, evidentemente, no consiguió.
- Rolls-Royce Palm Edition. Obra del carrocero inglés Mansory, lleva prácticamente todas las partes metálicas de su carrocería y de su interior chapadas en oro de 24 kilates, con una pureza del 999 por mil. Fabricó 999 unidades en 2016 y lo increíble es que ya no queda ninguna públicamente a la venta.
- Lamborghini Huracán. Desconocemos al dueño porque la fotografía se tomó en las calles de Japón. Pintado en rosa chicle con las luces LED a juego es una “estupenda” forma de desperdiciar los 260.000 euros que cuesta este precioso deportivo.
- Bentley Continental GT. Hace ya unos años, el futbolista Mario Balotelli se atrevió a lucir este coche pintado de camuflaje. Le duró poco porque lo vendió por 200.000 euros. ¿Quién lo compraría?
-Lamborghini Aventador Roadster. La megaestrella del baloncesto LeBron James compró este coche por 500.000 euros y lo decoró “a su gusto” con el patrón del dibujo de las zapatillas que Nike creó especialmente para el jugador, las “King´s Pride” (Orgullo del Rey”) Nike LeBron XI.
- BMW E92 M3. Creado por Díaz Plus, viste vinilos en diversos tonos de azul y naranja simulando la lucha entre el fuego y el agua. Una franja anaranjada divide en dos su morro; los laterales asemejan olas y la trasera recupera los tonos amarillos y rojos propios del fuego. Mucha parafernalia para tan poco estilo…
- Mercedes SL 600. Otra vez cristales de Swarovsky y otra vez en Japón. En la feria del motor Makuhari Messe se vio este Mercedes totalmente cubierto por 300.000 piezas de estos cristales, simulando diamantes. Aunque no lo eran, su precio ascendía a 323.000 euros.
- Colección de Turki bin Abdullah. Cuatro preciosos coches: Rolls-Royce Phantom Coupé(430.000 euros), Lamborghini Aventador Superveloce (450.000 euros), Bentley Flying Spur (270.000 euros) y un Mercedes G63 AMG (400.000 euros) chapados en oro de 18 kilates. Solo un multimillonario saudí como Turki bin Abdullah se puede permitir tener esta colección, aunque las malas lenguas aseguran que solo estaban revestidos con vinilos dorados. De todas formas, los coches, con o sin oro, ya valen más de un millón y medio de euros.
