Creo que de todos es conocida la famosa Tarta Selva Negra Alemana, una especialidad famosa por el uso de las cerezas confitadas y la presencia del chocolate. A mi hija le encanto la idea de transformarla en tartitas individuales y presentarlas como delicioso cupcakes. El resultado final es una auténtica golosina, una buena manera y original forma de compartir este postre con invitados, cumpleaños u otro tipo de eventos. La elaboración implica un poco de trabajo, pero el resultado final merece la pena. Pasamos a la receta. Espero que os guste.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
90 ml de aceite de oliva suave
180 gramos de azúcar blanco
2 huevos medianos
150 gramos de harina de trigo
30 gramos de cacao en polvo amargo
1 cucharadita y media de levadura química
1 cucharada de miel de caña
50 ml de leche entera
80 ml de agua recién hervida
Para el almíbar:
50 ml de agua
50 gramos de azúcar blanco
40 ml de kirsch o licor de cerezas
Para el relleno:
Mermelada de cerezas
Para la crema:
300 ml de nata montada
Azúcar al gusto
Para la decoración:
Cerezas en almíbar
Fideos de chocolate o chocolate rallado
Instrucciones:
Precalentamos el horno a 170ºC. Tamizamos la harina junto con el cacao y la levadura, reservando para más tarde..
Mezclamos el aceite junto con el azúcar. Agregamos los huevos, uno a uno, y no añadimos el siguiente hasta que el anterior esté totalmente integrado. Añadimos la harina tamizada y continuamos batiendo. Seguimos con la miel de caña y la leche. Por último, echamos el agua recién hervida y mezclamos hasta obtener una mezcla homogénea.
Vertemos la masa en las cápsulas y horneamos durante 20-22 minutos o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio. Retiramos la bandeja del horno y dejamos reposar unos 5 minutos, pasando a continuación los cupcakes a una rejilla para que se enfríen por completo.
Mientras los cupcakes se enfrían preparamos la decoración. Preparamos el almíbar, ponemos el agua y el azúcar en un cazo y llevamos a ebullición hasta que el azúcar se disuelva. Retiramos del fuego y agregamos el kirsch o el licor de cerezas. Pinchamos los cupcakes con un palillo y los pintamos con el almíbar hasta que queden muy bien empapados.
Montamos la nata hasta que esté firme y le agregamos azúcar a nuestro gusto.
Con la ayuda de un descorazonador de manzanas, vaciamos los cupcakes y los rellenamos con la mermelada de cerezas, volviendo a cerrar con el trozo que hemos sacado. Decoramos con la nata ayudándonos de la manga pastelera, fideos de chocolate o ralladura de chocolate y para finalizar una cereza en almíbar.
Mezclamos el aceite junto con el azúcar. Agregamos los huevos, uno a uno, y no añadimos el siguiente hasta que el anterior esté totalmente integrado. Añadimos la harina tamizada y continuamos batiendo. Seguimos con la miel de caña y la leche. Por último, echamos el agua recién hervida y mezclamos hasta obtener una mezcla homogénea.
Vertemos la masa en las cápsulas y horneamos durante 20-22 minutos o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio. Retiramos la bandeja del horno y dejamos reposar unos 5 minutos, pasando a continuación los cupcakes a una rejilla para que se enfríen por completo.
Mientras los cupcakes se enfrían preparamos la decoración. Preparamos el almíbar, ponemos el agua y el azúcar en un cazo y llevamos a ebullición hasta que el azúcar se disuelva. Retiramos del fuego y agregamos el kirsch o el licor de cerezas. Pinchamos los cupcakes con un palillo y los pintamos con el almíbar hasta que queden muy bien empapados.
Montamos la nata hasta que esté firme y le agregamos azúcar a nuestro gusto.
Con la ayuda de un descorazonador de manzanas, vaciamos los cupcakes y los rellenamos con la mermelada de cerezas, volviendo a cerrar con el trozo que hemos sacado. Decoramos con la nata ayudándonos de la manga pastelera, fideos de chocolate o ralladura de chocolate y para finalizar una cereza en almíbar.
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