Tanto a grandes como a chicos nos gusta la Gelatina, pero muchos desconocen que este postre tan fácil de preparar contiene gran cantidad de nutrientes y que es el motivo por el cual la reciben los enfermos convalecientes en los hospitales.
Como consecuencia del procesamiento del colágeno obtenido de los huesos y piel de algunos animales, se obtiene un polvillo que cuenta con gran número de proteínas que al disolverse en agua deviene en un alimento que adquiere cierta solidez y su característica transparencia y movilidad. Se utiliza incluso para agregarla a otros alimentos como el yogur, el paté e incluso en los comprimidos que se ingieren como medicamentos.
Al mismo tiempo, se compone de agua y minerales y aporta al organismo aminoácidos que reparan los tejidos, como por ejemplo la glicina que también actúa como antiinflamatorio.
Como beneficios complementarios, la gelatina es recomendada para:
- Favorecer la digestión
- Mejorar cabello, uñas y piel
- Como parte de la dieta blanda de los enfermos
- Estimular el metabolismo
- Fortalecer el sistema inmunológico
Pero para que la gelatina pueda mantenerse conservada es necesario agregarle químicos y colorantes que le restan valor nutricional.
Es por esto que te vamos a enseñar a preparar una gelatina casera a la que podrás consumir simplemente así o agregarle frutas para hacerla aún más nutritiva.
Ingredientes:
1 taza de té verde/rojo/de hierbas o el que prefieras
3 cucharadas de Gelatina Sin sabor
1 taza de jugo de uvas o fresas
1 taza de jugo de naranja recién exprimido
Miel o edulcorante para endulzar
Preparación:
Endulzar el té y colocarlo a fuego lento en una olla. Incorporar la gelatina sin sabor y disolver. Cuando haya enfriado, agregar el jugo de las frutas y mezclar todo. Colocar en un recipiente, cubrirlo con un papel film y conservar en la heladera por 3 horas.
¡Y listo! ¡Ya tienes tu gelatina lista para saborear!
Fuente: Saludable guru