– Marina Muñoz Cervera –

El picoteo consiste en comer de cuando en cuando, fuera de las principales comidas.

La acción del picotear, no solo depende del tipo de alimentos que comamos, también de la forma en que lo hacemos.

Para tener una alimentación equilibrada, genéricamente, tenemos que comer 5 veces al día: desayuno, a media mañana, almuerzo, merienda y cena. El picoteo surge como una necesidad de aplacar el hambre, que aparece entre las comidas mencionadas, o bien, como consecuencia de un estado de ansiedad, que no obedece a la necesidad orgánica de comer, pero sí a la necesidad emocional de llevar algo a la boca o de masticar.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, el término «Picar» consiste en tomar una porción ligera de un alimento y, «comiscar o comisquear», se define como, comer a menudo de varios cosas en cortas cantidades.

¿Cuando el picoteo no es un problema?

Si hacemos una comida frugal, es normal que tengamos hambre al poco rato, sería saludable, por tanto, comer algo que nos sacie y nos permita llegar a la merienda con energía.

Picotear no es un problema para la salud en las siguientes ocasiones:

– No hemos completado nuestras comidas principales.
– Elegimos algo saludable para picar.
– Somos conscientes de la cantidad de alimentos que estamos picando.
– Si se trata de un aperitivo, tenemos en cuenta la cantidad consumida para no incluirla en el almuerzo o cena.
– Masticamos los alimentos concienzudamente.
– Hemos realizado un sobre esfuerzo, que determina una necesidad de aporte energético mayor.

¿Cuando el picoteo es un problema?

Por ejemplo, si mientras estamos cocinando, vamos picoteando de todo aquello que preparamos, de forma automática, perdemos el control sobre la cantidad ingerida.

El picoteo puede formar parte una «hiperfagia o polifagia adictiva», muy relacionada con la Bulimia.

Picar puede ser un problema para salud en los siguientes casos:

– No tenemos necesidad orgánica de comer más.
– Picoteamos cualquier cosa.
– No tenemos ningún control sobre la cantidad de alimentos ingerida.
– Masticamos rápidamente.
– El acto de picotear es una acción automática y, por tanto, repetitiva.
– Canalizamos nuestra ansiedad emocional a través de la ingestión continuada de alimentos.

Formas de evitar un picoteo insano.

– Siendo conscientes de la necesidad de alimentarnos y nutrirnos, evitando caer en el hábito de llenar el estómago con cualquier cosa, y a cualquier hora del día.
– Poniendo orden en nuestra alimentación.
– Evitando tener en casa aquellos alimentos adictivos, fabricados específicamente para desarrollar nuestro deseo de abalanzarnos sobre ellos.
– Escogiendo cuidadosamente aquellos alimentos que nos sirven para picar. Evitando los sobrecargados en grasas saturadas, azúcares y sal.
– Comiendo bien, cubriendo nuestras necesidades energéticas en las cinco comidas principales.
– Diferenciando si el deseo de ingerir más comida, surge de la ansiedad o del hambre; suele suceder, que cuando la necesidad es emocional nos apetece un alimento o un sabor muy concreto, mientras que, si la necesidad obedece al hambre, no existen preferencias tan claras.

Riegos del picoteo insano.

El riesgo básico es de malnutrición por sobrealimentación, que incluye, entre otros, los siguientes problemas de salud:

– Sobrepeso u obesidad con todas sus consecuencias.
– Desequilibrio de nutrientes.
– Aumento del riesgo cardiovascular general.

Después de estas fiestas, durante las cuales comemos más, podemos quedarnos con la necesidad de ingerir más alimentos de lo normal, y ello redunda en un picoteo descontrolado. Para evitar que nos afecte a la salud, podemos preguntarnos lo siguiente:

– ¿Porqué pico entre las comidas?
– ¿Qué tipo de alimentos estoy comiendo durante los picoteos?
– ¿Con qué frecuencia estoy picando?

Con el planteamiento de las anteriores preguntas, nos situamos, y seremos capaces de ordenar nuevamente nuestra alimentación.

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