"..apparuit autem illi angelus de caelo confortans eum et factus in agonia prolixius orabat..." (Lc 22, 43)
Hoy he ido a Misa Tridentina. Había cuatro monaguillos ayudando al sacerdote, vestidos con roquete blanco y túnica azul verdoso.
El presbiterio sostuvo un silencioso ajetreo durante el ofertorio. Los cuatro monaguillos iban y venían, con movimientos rápidos, precisos y seguros. Los bordes de los roquetes flotaban al ritmo de la brisa que creaba el bullicio.
El pequeño y competente coro atacaba un etéreo gregoriano.
Y entonces se me ocurrió que los monaguillos eran ángeles que ayudaban al Señor a preparar el Sacrificio.
Ha dado mucho de si esta Misa.
Laus Deo.