La Navidad es una época donde las fiestas abundan. Volvemos a reencontrarnos con toda la familia, con algunos amigos, las reuniones de trabajo, las cenas de empresa… Situaciones en las que el alcohol suele ser un complemento ineludible, algo que nos encanta en ese momento, pero que posteriormente, al día siguiente, puede hacernos desear el no haber probado una sola gota. Y es que la resaca es un efecto secundario demasiado importante para tenerlo muy en cuenta a la hora de beber.

Sabemos que, cuando estamos de fiesta, es muy complicado controlar cuanto bebemos, aunque la moderación es imprescindible si al día siguiente no queremos “disfrutar” de la resaca. Pero también pdoemos tomar ciertas precauciones antes incluso de comenzar la noche, para que alcohol que bebamos no nos afecte tanto ni en ese momento, ni al día siguiente. Son unos consejos muy sencillos que nos ayudarán a prevenir la resaca: 

• Cárgate de vitaminas: El hígado, encargado de metabolizar todo el alcohol que bebemos, necesita muchísimas vitaminas para llevar a cabo esta función. Si le ponemos más fácil la misión, tomando un buen suplemento vitamínico antes de beber, conseguiremos que el día siguiente no sea tan duro y que nuestro organismo no tenga tantas dificultades para poder con todo lo que bebemos.
• Comer bien: Una de las peores cosas que podemos hacer antes de una gran fiesta donde sepamos que habrá mucho alcohol es comer mal. Y es que un estómago vacío hará que el alcohol siente peor a nuestro organismo, y no solo en ese mismo momento, sino también al día siguiente, provocando una resaca que bien se podía haber evitado si hubiéramos comido correctamente.
• Come pan con aceite: El aceite contiene grasas que limitan la ingesta de alcohol que nuestro cuerpo resistirá, así nos “obligaremos” a beber algo menos, solventando el problema de la resaca.