En muchos bares y restaurantes es habitual que, tras una comida copiosa, sobre todo cuando hay mucha gente, el camarero de turno nos ofrezca la opción de terminarla con un chupito de algún tipo de licor. Los hay de todas las clases, desde los de limón hasta los de menta, pasando por los de hierbas, que suelen ser los más populares. Algunos de ellos tienen fama de ser digestivos, otros simplemente destacan por su sabor. 

¿Son realmente buenos para nuestro organismo? Estamos hablando, en la mayoría de ocasiones, de chupitos con alcohol y con un sabor muy intenso. Hay licores de hierbas que, gracias a su acción digestiva, puede hacernos mucho bien a la hora de digerir toda la comida que hemos consumido, pero otros chupitos no tienen tan buena pinta ni siguen esa función, así que su beneficio real para nuestro organismo no será tan grande.

En caso de querer disfrutar de uno de estos chupitos para ponerle la guinda a una gran Comida, pediremos siempre uno de hierbas, para que al menos nos favorezca la digestión. Si vamos a conducir, por supuesto, solicitaremos uno sin alcohol, ya que la seguridad es lo más importante.