Cuando se dice que el ejercicio físico es uno de los pilares imprescindibles de una vida sana no se habla solo por la acción de mantener nuestro cuerpo activo y todos los beneficios que eso conlleva, sino también por los contratiempos que podemos sufrir si reducimos al mínimo nuestro ejercicio físico. El sedentarismo es uno de los problemas más preocupantes de la nueva generación, acostumbrada a trabajar sentados en muchos casos, y a moverse lo menos posible. 

El sedentarismo, entendido como la falta de ejercicio físico, puede conllevar consecuencias muy nefastas para nuestro cuerpo y para nuestra propia vida:

• Problemas musculares frecuentes, por la poca actividad que le damos a nuestro organismo a la hora de movernos.
• Problemas de circulación, por la ausencia de movimiento y de ejercicio físico.
• Riesgo de obesidad, al consumir normalmente más calorías de las que gastamos, por no hacer deporte.
• Enfermedades coronarias, al no fortalecer nuestro corazón a través del ejercicio.
• Riesgo de depresión, que se puede evitar con las endorfinas que se generan con el deporte y la actividad física.