El Monte del Agua en si y el sendero del Monte del Agua en particular suponen una excelente muestra de la laurisilva canaria, considerada un auténtico bosque viviente ya que durante el terciario ocupaba gran parte de Europa quedando relegada, debido a cambios climáticos, a muy pocas zonas estando entre ellas las islas Macaronésicas (Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde). Caseríos