Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Expulsado

Al pasar Jesús, vio a un hombre Ciego de nacimiento. Y Sus discípulos Le preguntaron: “Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?”

Jesús respondió: “Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él. Nosotros debemos hacer las obras del que Me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, Yo soy la Luz del mundo.”

Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos al ciego, y le dijo: “Ve y lávate en el estanque de Siloé” (que quiere decir Enviado). El ciego fue, pues, y se lavó y regresó viendo.

Entonces los vecinos y los que antes lo habían visto que era mendigo, decían: “¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?”

“El es,” decían unos.

“No, pero se parece a él,” decían otros.

El decía: “Yo soy.”

Entonces le decían: “¿Cómo te fueron abiertos los ojos?”

El respondió: “El hombre que se llama Jesús hizo barro, lo untó sobre mis ojos y me dijo: ‘Ve al estanque de Siloé y lávate.’ Así que fui, me lavé y recibí la vista.”

“¿Dónde está El?” le preguntaron.

Y él les dijo: “No lo sé.”

Llevaron ante los Fariseos al que antes había sido ciego. Y era día de reposo el día en que Jesús hizo el barro y le abrió los ojos. Por eso los Fariseos volvieron también a preguntarle cómo había recibido la vista. Y él les dijo: “Me puso barro sobre los ojos, y me lavé y veo.”

Por eso algunos de los Fariseos decían: “Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el día de reposo.”

Pero otros decían: “¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales señales?” Y había división entre ellos.

Entonces preguntaron otra vez al ciego: “¿Qué dices tú de El, ya que te abrió los ojos?”

“Es un profeta,” les respondió.

Pero los Judíos no le creyeron que había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, y les preguntaron: “¿Es éste su hijo, el que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?”

Entonces sus padres les contestaron: “Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego; pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Pregúntenle a él; ya es mayor de edad, él hablará por sí mismo.” Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los Judíos; porque los Judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguien confesaba que Jesús era el Cristo, fuera expulsado de la sinagoga. Por eso sus padres dijeron: “Ya es mayor de edad; pregúntenle a él.”

Por segunda vez los Judíos llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: “Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es un pecador.”

Entonces él les contestó: “Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo.”

Ellos volvieron a preguntarle: “¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?”

El les contestó: “Ya les dije y no escucharon; ¿por qué quieren oírlo otra vez? ¿Es que también ustedes quieren hacerse discípulos suyos?”

Entonces lo insultaron, y le dijeron: “Tú eres discípulo de ese hombre; pero nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés, pero en cuanto a Este, no sabemos de dónde es.”

El hombre les respondió: “Pues en esto hay algo asombroso, que ustedes no sepan de dónde es, y sin embargo, a mí me abrió los ojos. Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace Su voluntad, a éste oye. Desde el principio jamás se ha oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si Este no viniera de Dios, no podría hacer nada.”

Ellos le respondieron: “Tú naciste enteramente en pecados, ¿y tú nos enseñas a nosotros?” Y lo echaron fuera.

Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y cuando lo encontró, le dijo: “¿Crees tú en el Hijo del Hombre?”

El le respondió: “¿Y quién es, Señor, para que yo crea en El?”

Jesús le dijo: “Pues tú Lo has visto, y el que está hablando contigo, Ese es.”

El entonces dijo: “Creo, Señor.” Y Lo adoró.

Y Jesús dijo: “Yo vine a este mundo para juicio; para que los que no ven, vean, y para que los que ven se vuelvan ciegos.”

Algunos de los Fariseos que estaban con El oyeron esto y Le dijeron: “¿Acaso nosotros también somos ciegos?”

Jesús les dijo: “Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado; pero ahora, porque dicen: ‘Vemos,’ su pecado permanece.”

Juan



This post first appeared on Canción De Amor | Una Meditación Diaria, please read the originial post: here

Share the post

Expulsado

×

Subscribe to Canción De Amor | Una Meditación Diaria

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×