No son pocas las grandes ciudades contemporáneas que han surgido de forma insólita, acelerada e inesperada, como si se tratara de auténticos inventos de la creación imaginativa y hasta de la más audaz de las ficciones. Medellín, por ejemplo, fue un humilde y respetable pueblecito de la provincia colombiana hasta que, de pronto y como por arte de magia, tal como Venus salida de la espuma del mar