Un cigarrillo se va acercando a su muerte, una última pitada y llega a su fin.
Del otro lado del mundo, un café se enfría, mientras veo llover desde la ventana y recuerdo otros tiempos, que se fueron, que dejé escapar.
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Tú, con la colilla a tus pies lloras mi ausencia, añorando mi regreso y yo no he de volver.