Se acercan las elecciones autonómicas en las Vascongadas y los partidos que participan de este corrupto sistema van tomando posiciones. Buena parte de la izquierda se aliará contra el PNV, un partido de vergonzosa historia desde su creación cuya figura icónica, Sabino Arana, no fue más que un confeso racista, machista y ultracatólico. Un PSOE enfangado desde su nacimiento en la mayor corrupción de toda índole, un Bildu heredero de ETA que alberga a terroristas de la peor especie sobre cuyas cabezas aún gotea la sangre de niños y adultos, y un Podemos venido a menos, pleno de farsantes que ya solo convencen a imbéciles y perturbados, que se presentó desde sus inicios como el antídoto contra la corrupción y resultó que el propio partido y sus líderes también llegaban con un importante lastre de todo aquello que criticaban.
La derecha apenas tiene oportunidades en estas elecciones. Como sucede con otros partidos, los escasos votantes que aún quedan del PP no quieren ver que su partido fue reconvertido por Mariano Rajoy en una copia azul del PSOE, y para ello ese nefasto personaje traicionó a quienes habían puesto la vida frente al terrorismo de ETA y la complicidad del PNV. Quienes en su día fueron baluartes frente al terror, como María San Gil, Regina Otaola y otros muchos, fueron desechados por Rajoy, que prefirió para las Vascongadas un PP blandito y arrodillado, y lo único que logró con tal maniobra fue prácticamente hacer desaparecer al partido del panorama Vasco.
Por otra parte, el voto a Vox no cuenta de momento con previsión de gran crecimiento. El sentimiento antiespañol cultivado por el PNV y los herederos de ETA en el sistema educativo vasco ha surtido el mismo efecto, casi idéntico, que el ensayado en Cataluña por los delincuentes y ladrones nacionalistas e independentistas. Las nuevas generaciones ignoran la verdadera historia de su tierra con la misma profundidad con la que han asumido que son una nación histórica y sojuzgada por los españoles. Puede que Vox crezca en votos, pero no hay muchas posibilidades de que tal crecimiento sea espectacular.
En semejante panorama de excelencia política, el Podemos vasco hace gala de un vídeo en el que deja claro lo que opina de sus votantes. Exactamente lo que pienso yo. Votar por un partido así solo puede significar que el votante es un verdadero tarado infantiloide.
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