Las Iniciativas en Seguridad laboral son esenciales cuando se trata de mantener un ambiente de trabajo seguro y productivo. Sin embargo, los programas de seguridad que se ponen en marcha no sirven de mucho si los empleados no intentan cambiar viejos comportamientos o hábitos inseguros.

Entonces, ¿cómo se consigue motivar a los trabajadores en temas relacionados con la seguridad laboral? El primer paso es tener claro qué hacemos mal:

– Sanciones disciplinaria: no sólo son ineficaces sino que requieren de una supervisión constante. De hecho, este tipo de actitud incita hostilidad y rebeldía.
– Lemas y carteles: Si la seguridad no es su principal prioridad, un cartel que diga lo contrario no debe estar en el lugar de trabajo. La señalización es efectiva sólo si lo que está diciendo es verdad y el trabajador lo siente así. Si no, se convierte en papel mojado.
– Incentivos: Centrarse en el número de accidentes como una forma de remunerar a los trabajadores envía mensajes equivocados. Se puede lograr que los trabajadores no expongan incidentes o situaciones de falta de seguridad.

Un cambio real y duradero requiere hacer muchas cosas de manera correcta. Exponemos algunos consejos que están diseñados para comprometer a los empleados en el desarrollo de la seguridad y la salud en el puesto de trabajo y establecer valores para tomar decisiones seguras en el mismo.

Intención, estrategia y estructura

Antes de que cualquier programa de promoción de la salud y seguridad sea efectivo, es importante establecer primero el mensaje y objetivos adecuados. La motivación comienza enganchando los corazones y las mentes de sus empleados. ¿Qué es importante para ellos sobre la seguridad? Tenga en cuenta las opiniones de sus empleados y convierta sus anhelos en un lema de la compañía. Ésto tiene un valor real.

Mediante el establecimiento de una visión clara del plan estratégico, los objetivos empezarán a construirse y a tomar forma. Una vez que se han desarrollado estrategias a largo plazo, se pueden formular tácticas a corto plazo.

Cuando todos están bajo un mismo objetivo y se tiene claro cómo deben llevarse a cabo los procesos de trabajo, entonces es mucho más fácil implementar un sistema de gestión que permita a los empleados mantener comportemientos seguros en su trabajo.

Integración

Un empleado confuso es un empleado ineficaz y sin inspiración.

Si la empresa debe cumplir con los estándares o normativas nacionales, comunitarias o internacionales, el modelo de trabajo debe ser único, cuando diferentes personas gestionan estas áreas de cumplimiento, se pueden crear peligrosos problemas de incompatibilidad.

Alineando los elementos comunes de todas las normas de seguridad, es posible establecer un proceso de cumplimiento para trabajar desde un solo sistema. Reduciendo al máximo la burocracia en su sistema de gestión, los empleados obtendrán un mejor conocimiento de lo que se espera y actuarán en consecuencia.