La Flota de la Alianza, liderada por el legendario Black Jack Geary, continúa su retirada... perdón, la flota de la Alianza no se retira, ya sabéis, el honor y esas cosas. 

En esta segunda entrega de La flota perdida, Black Jack Geary decide hacer algo inesperado para sorprender a los síndicos y aumentar sus posibilidades de llegar al espacio de la Alianza, dirigiéndose al sistema Sancere y adentrándose aún más en el espacio síndico. 

Además, en Sancere se encuentran los astilleros más grandes de los mundos síndicos y por supuesto cuenta con puerta hipernética. 

Como no, Numos y Faresa siguen cuestionando todas las decisiones de Geary y se encontrarán con un poderoso aliado, Falco el Aguerrido, rescatado de un campo de trabajo durante la huida a Sancere. Éste intentará tomar el mando de la flota y liderará un motín que dividirá la flota, haciendo aún más peligrosa su retirada. 

Aparte de esto, Geary y Rione siguen a lo suyo, los seguidores de Geary son cada vez más fieles y sus detractores cada vez más peligrosos.

Por si fuera poco, tendrán que ingeniárselas para sobrevivir a la destrucción de una puerta hipernética, que podría ser algo así como una supernova.

De nuevo, seguimos con las desafortunadas portadas, nada que ver con el libro.

Así que ya sabéis, si os gustó la primera entrega yo os recomendaría continuar, pero si no os convenció, mejor elegid otro libro porque es más de lo mismo.